Las juventudes de Vox en la discoteca Panda: “A mí no me han incitado a la zoofilia en ningún lado”
Cerca de 400 asistentes se dieron cita en la sala madrileña de la calle Hernani en el último acto de Cañas por España
Con casi dos horas de retraso, sin llenar y con El Imperio Contraataca de Los Nikis -"el sol no se ponía en nuestro imperio / me gusta mucho esa frase"-, arrancó el último acto de las Cañas por España de Vox antes de las elecciones del domingo, en la discoteca Panda de Madrid (c/ Hernani). Antes del comienzo, la cola serpenteaba hasta la calle Orense. “Lo importante es echar a la vieja [en referencia a Manuela Carmena]”, comentaba el madrileño Alberto López, de 36 años, frente a un 100 Montaditos que hacía de cafetería para los asistentes. "Conozco a los que organizan esto, pero voy a hacer la cola como todo quisqui. ¿El domingo? Es mejor ir con las expectativas modestas. Lo de las elecciones pasadas fue una decepción, pero pasar de 0 a 24 también es un gran resultado". [Compara los programas electorales a la Comunidad / y al Ayuntamiento de Madrid]
La entrada era gratuita, solo era necesario descargarse los tickets a través de una página web. Al cruzar el control de seguridad, los encargados de la organización regalaban un banderín de España. Ya dentro, sobre las barras de la discoteca, una gran tortilla de patatas cuajadísima con palillos hacía de tapa para los presentes. "Esto no se puede comer así, hombre", se quejaba uno. Era gratis. Las cervezas, a cinco euros. En un rinconcito predestinado a Zona VIP durante las madrugadas, tres señoras de 60 años esperaban al inicio del acto mientras sonaba "Sufre mamón, devuélveme a mi chica", de los Hombres G. "Lo veo todo regular", cuenta Carolina. Pitusa -la única con hijos- dice que España necesita mano dura. "Me llevé un disgusto tremendo en las generales. No quería que ganara Sánchez, pero lo importante es que estamos en el Congreso".
Sobre sus cabezas, un pantallón gigante motivaba a los presentes con vídeos en bucle del último mitin de campaña del partido en Colón. El DJ tenía claro que los Nikis era una buena opción y volvió a repetirla sin ninguna queja de los presentes, mayoritariamente hombres jóvenes. "En Las Vegas no hay Black Jack / solo se juega al cinquillo / y la moda es el rojo y amarillo...". Y salió el autodenominado 'negro de Vox', Bertrand Ndongo, famoso por colarse en las redes sociales de la formación y salir varias veces en el programa Espejo Público (Antena 3). Por si había duda de su simpatía hacía España gritó cuatro vivas, otro a la policía y otro más a la Guardia Civil. Después, remarcó: "Cojones". Para tratar de arengar a las masas, que llevaban esperando casi dos horas, dijo: "Hemos hecho historia. Vamos a tener a 24 guerreros en la nuca de Sánchez. ¿Y al coleta? Zasca. ¿Al Echenique?, pumba". Respecto a la inmigración: "Si tú vienes a España tienes que saber que esto no es tuyo. Es de manual", dijo. "Así se habla", "Sí, señor", gritaban algunos. "Que siga la fiesta", respondió él.
El Dj apostó en esta ocasión por Turnedo, de Iván Ferreiro: "Quien no tiene valor para marcharse / quien prefiere quedarse y aguantar…". Y salió Iván Espinosa de los Monteros. Otra sorpresa que no estaba en el guion. Espinosa motivó a los suyos con dos preguntas: "¿Vais a votar a la derechita cobarde?, ¿vais a votar a los progres? Mira que hay algunos empeñados en decir que Vox se ha desinflado…". Tras el discurso, el líder de Cañas por España dio la cifra de los asistentes: "A pesar de ser un jueves somos 1.000. No estamos desanimados". El aforo de la sala es para 700, en el acto estarían unos 400. Hace dos meses reventaron la sala Barceló dejando fuera a más de 200 seguidores.
Suena Queremos marcha de Rosario Flores. "Queremos marcha, marcha". Elisa, de 22, y Andrea, de 19, estudian en Madrid. Han venido al evento porque comparten ideales con la formación de Abascal. "Como por ejemplo la defensa de la vida o no tener gente que tiene algún delito en el Congreso". Respecto a la polémica de la candidata Rocío Monasterio y su frase de "A los niños de ocho años le enseñan Zoofilia y parafilia en los colegios de Madrid", Andrea opina: "A la zoofilia no se incita, pero se intenta ver que es normal la transexualidad y la homosexualidad cuando es algo antinatural". ¿Y la parafilia? "No sé qué es".
A su lado están los madrileños Jacobo, Carlos y Andrés, de 24. Estudian Industriales. "El domingo lo vemos jodido. Creo que la gente se va a acojonar por lo del fraccionamiento del voto y van a volver al PP". ¿Se enseña zoofilia en los colegios de Madrid? "A mí nunca me han incitado a la zoofilia en ningún lado", ríe. ¿Y parafilia? "¿Para qué?".
Y llegó Ortega Smith del juicio del procés -donde Vox ejerce de acusación particular-, bien engominado, con camisa rosa; en el Supremo la llevaba blanca, remangada hasta el antebrazo. "Con Vox habrá trabajo para todos, incluso con los que han querido reventar España". Gritos de "alcalde, alcalde". La encuesta de 40db. para EL PAÍS le da cuatro concejales este domingo. Antes de terminar, contó la historia de un joven que había tenido un accidente hace unos días. "Está muy grave", remarcó. "Su mujer me escribió y me contó que lo primero que dijo fue: acuérdate de que el domingo soy apoderado de Vox". "¡Qué historia!", contestó uno. Y llegó, como siempre, el turno de preguntas. "Es tal éxito", dijo el organizador, "que hemos decidido que solo sean tres. La primera pregunta es de María". Y María preguntó por el precio del alquiler. Fue la primera vez que no se habló de España en todo el acto. "En primer lugar lograremos la tramitación burocrática de todos los expedientes de construcción y en segundo, más suelo público".
La mitad del aforo se marchó de golpe. "Rocío está terminando una entrevista, vendrá en unos minutos", explicaron. El DJ, por si acaso, volvió a poner a Los Nikis. "No nos podemos quedar, mañana tenemos que trabajar", contaban las tres señoras de la zona VIP antes de salir por la puerta. E irrumpió Monasterio, acompañada de dos guardaespaldas. Agarró el microfóno poco más de tres minutos: "El domingo vamos a ser determinantes. ¡Viva España!". Después, como siempre, el himno nacional, pero versión corta. "Es muy cortito", le dijo un hombre de unos 40 años a su mujer. "Bueno, está bien", respondió ella. Por si las moscas, Monasterio, Espinosa y Smith se subieron al set del DJ para volver a pincharlo. Y, mientras tanto, un grupo de trabajadores desmontaba el escenario.
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