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Ada Colau: “Barcelona no puede ser capital de una república que no existe”

La regidora y candidata a la reelección asegura que no se plantea "nada más que ser la alcaldesa cuatro años más"

La alcaldesa de Barcelona y candidata de Barcelona en Comú, Ada Colau.Vídeo: foto y a. garcia.

“Mis hijos me han salvado la salud mental”. Lo decía antes y lo repite ahora que aspira de nuevo a gobernar el Ayuntamiento de Barcelona. Ada Colau (Barcelona, 45 años), candidata de Barcelona en Comú, llega a la recta final de la campaña con experiencia y con un adversario: Ernest Maragall (ERC).

Pregunta. Despierta interés en el extranjero y aquí genera rechazo en determinados sectores. ¿Cómo lo vive?

Respuesta. La experiencia de Barcelona ha despertado mucha admiración internacional, es coherente con el apoyo que percibo en la calle. El contexto era duro y polarizado y hemos tocado intereses que no se habían tocado antes. Pero estoy muy orgullosa de que Barcelona sea referente de cualquier lucha democrática por los derechos humanos.

P. Los alquileres siguen muy altos y las cifras muestran más inseguridad en la ciudad.

P. Sobre vivienda, de nosotros se espera más que de nadie. La ciudadanía tiene claro que ninguna formación hará en vivienda más de lo que hemos hecho nosotros. Ha sido un punto de inflexión; nunca se había hecho tanto con tan pocos recursos. Hemos inventado cosas que no existían, como una unidad antidesahucios; e impulsado una regulación pionera que corresponsabiliza a los privados, que tienen que hacer un 30% de vivienda asequible. Hemos liderado la propuesta de regulación de los alquileres, que está sobre la mesa del Gobierno. Queda mucho por hacer, sí, pero son 40 años en los que no se ha hecho vivienda pública y se han puesto alfombras rojas a la especulación.

P. ¿Y los robos?

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R. Barcelona no es una ciudad insegura, lo dicen los rankings internacionales. Otra cosa es que tengamos problemas concretos: los narcopisos en Ciutat Vella y los hurtos y robos, que son más del 90% de los delitos de la ciudad. El motivo es que ha cambiado en el último año y medio el tratamiento legal. Antes había un agravante por reincidencia y el Supremo dijo que no se podía aplicar, de manera que los juzgados tratan por igual un pequeño hurto ocasional que un robo de profesionales de bandas organizadas. Antes del verano me vi con el consejero Miquel Buch y le dije que hacían falta mossos. Y dijo que no eran necesarios. En los últimos meses Buch ha estado desaparecido de la seguridad en Barcelona.

P. ¿Por qué no se ha atrevido a restringir los coches como Manuela Carmena en Madrid?

R. Cuidado porque Madrid central tiene el tamaño del distrito de Ciutat Vella, que ya está pacificada. Hacemos un salto y hemos creado una zona de bajas emisiones que comprende toda la ciudad en el perímetro de las Rondas, de donde en 2020 sacaremos 50.000 coches, los que no tienen etiqueta ambiental. También queremos transformar el Eixample para que una de cada tres calles sea verde, y pacificar centenares de entornos escolares. Es un cambio de paradigma porque el coche está sobrerrepresentado: ocupa el 60% del espacio y supone solo el 20% de los desplazamientos. Hemos creado alternativas.

P. Si no es la lista más votada, ¿se ve pactando con Maragall?

R. Me veo ganando y con más apoyo que hace cuatro años. En esta campaña está quedando claro que solo si ganamos nosotros habrá un Gobierno de izquierdas en Barcelona, somos la única garantía de un Gobierno progresista. No gobernaremos nunca con ninguna derecha. Tenemos a ERC diciendo que quiere reproducir el pacto de la Generalitat que ha traído parálisis y recortes, y trasladarlo al Ayuntamiento es lo último que necesita esta ciudad. Y por otro lado, el señor Collboni, del PSC, diciendo que su principal objetivo es echarme a mí, incluso pactando con Ciutadans y el PP.

P. Barcelona podría tener el primer alcalde independentista.

R. Maragall se presenta como la opción de un cambio republicano de Barcelona. Un señor que ha sido establishment toda su vida, ha estado décadas ocupando cargos públicos.

P. Si acaba trabajando con él, ¿cuál será la línea roja en el tema independentista?

R. No aceptaré nunca que se supedite la política barcelonesa a la cuestión nacional o independentista.

P. Es casi imposible mantenerse al margen del procés.

R. Discrepo. Barcelona es una ciudad que merece tener proyecto propio. En una situación de excepcionalidad, estoy de acuerdo que no se tiene que mantener al margen. Y nosotros no lo hemos hecho. Hemos defendido un eje democrático. Barcelona no creo que se deba definir por ser independentista ni antiindependentista. Ha defendido el diálogo más que nadie en los momentos más difíciles, que es cuando hace falta.

P. Pero si el día después de las elecciones tiene que trabajar con Maragall y dice que estamos en la capital de la república, entonces ¿qué hará usted?

R. Soy republicana convencida: lo que no haré será engañar a la población, y hoy Cataluña no es una república. Por lo tanto, Barcelona no puede ser capital de una república que no existe. Nosotros defenderemos la república más que nunca. Pero insisto, esto no debe decidir el modelo de ciudad, Barcelona es una ciudad con proyecto propio.

P. Gane o pierda, ¿se queda en Barcelona?

R. No me planteo nada más que ser la alcaldesa de Barcelona cuatro años más.

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