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El independentismo arrolla en las elecciones a la Cámara de Comercio

La candidatura de la Assemblea Nacional Catalana se hace con 31 epígrafes y Enric Crous y Ramon Masià no son escogidos

Dani Cordero
Elisenda Paluzie, presidenta de la ANC.
Elisenda Paluzie, presidenta de la ANC. ALBERT GARCIA

La Assemblea Nacional Catalana (ANC) dio ayer un vuelco a la Cámara de Comercio de Barcelona. Con los resultados provisionales en la mano, y a la espera que el lunes se difundan los definitivos, la plataforma independentista se alzó con 31 de los 40 epígrafes (grupos económicos) que han estado en liza en la semana durante la cual se han efectuado las votaciones. La ANC mostró de nuevo su gran capacidad de movilización en unas elecciones aciagas para los tres candidatos que optaban a la presidencia de la Cámara. Ni Enric Crous ni Ramon Masià obtuvieron asiento. Sí lo logró Carlos Tusquets.

A falta de la verificación definitiva de los votos, que no ofrecerá unos resultados globales hasta el próximo lunes, los datos ofrecidos para la Cámara de Comercio de Barcelona sí evidenciaban un aumento de la participación. 17.224 empresas se animaron a tomar partido en las elecciones, un 4,1% del censo. Y esa alta participación para lo que acostumbran a ser las elecciones a las cámaras se convirtió en una gran victoria para la candidatura lanzada desde la ANC y el Cercle Català de Negocis, que impulsaron candidatos para todos los epígrafes sin, en cambio, impulsar la figura de un presidenciable.

Su candidato sería, según sugerían sus impulsores, aquel empresario de los tres que sí competían por la presidencia que ofreciera un perfil más soberanista. En privado sugerían el nombre de Enric Crous, quien ha intentado desde que inició la carrera electoral por la Cámara desprenderse de la etiqueta de independentista y armar una candidatura transversal, integrando a José María Torres y a la pequeña y mediana empresa que representa Pimec. Ese marchamo nacionalista quedaba remarcado por su participación en el lobby Femcat. Pero ayer Crous se quedó sin ser elegido, tal y como advertía días antes. Quien supuestamente le tenía que apoyar para ser presidente, la candidatura Cambres-Eines de País, le apeó de su propio epígrafe y ahora ya no depende de él mismo. Pese a eso, su candidatura logró cinco apoyos.

El otro participante que se quedó fuera de la posibilidad de ser elegido es Ramon Masià, quien más tiempo llevaba impulsando una candidatura con la que refundar la Cámara de Comercio de Barcelona. Conocedor de los algoritmos de antiguas convocatorias, esta vez el voto electrónico ha jugado en su contra. Ni él ni ninguno de sus candidatos obtuvo ayer ninguno de los 40 epígrafes que se escogían.

Sí lo logró, en cambio el financiero Carlos Tusquets, a quien se considera el candidato continuista de Miquel Valls. A su favor, aseguran fuentes conocedoras de las negociaciones que se han llevado a cabo en las últimas semanas, jugaban a favor los 14 miembros de plenos que acceden a él tras pagar una mayor cuota (unos 75.000 euros). Pero ese apoyo se antoja ahora innecesario, dado su escaso éxito en las votaciones. Solo ha conseguido imponerse en tres epígrafes. La plataforma 50a50, que pretende impulsar la igualdad entre hombres y mujeres, obtuvo otro epígrafe.

Las expectativas durante toda la semana eran las de una alta participación auspiciada por el voto electrónico que ha promovido la Generalitat para estas elecciones. Son la primera convocatoria desde que el 2010 Valls consiguiera la reelección como presidente de la entidad.

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La división entre los tres candidatos principales, sumada a la participación de dos candidaturas más (la encabezada por la Assemblea Nacional Catalana y el Cercle Català de Negocis y la de la plataforma femenina 50a50), habría también incentivado la participación hasta provocar inusitadas colas para votar.

Las votaciones terminaron con insultos en la calle entre un miembro de una candidatura y un votante, que llegaron a las manos y obligaron a la policía a intervenir. Las dos personas implicadas son de origen paquistaní. Uno de ellos, según fuentes cercanas al caso, representa a empresarios de esta nacionalidad en la candidatura que encabeza Carlos Tusquets. La tensión se desató a las puertas de la sede de la Cámara de Comercio, ubicada en la avenida Diagonal. Según fuentes de la candidatura de Tusquets, su candidato de origen paquistaní, Amanat Hussain, fue insultado por la mañana por un grupo de paquistaníes y, tras ser increpado, Hussain (que representa a la plataforma paquistaní Infinity Planet) y un votante protagonizaron una pelea.

Fuentes de la lista que encabeza Masià indicaron que Hussain agredió al votante porque este expresó su intención de no votarle, y que pretendía optar por la lista de Masià. El enfrentamiento obligó a intervenir a la seguridad privada de la Cámara, y más tarde a los Mossos d’Esquadra, que se desplazaron a la sede corporativa de la entidad.

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Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

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