La juez manda a prisión al Policía Nacional que mató a tiros a su pareja en Olot
La mujer recibió media docena de disparos según las primeras pruebas
El juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Olot (Garrotxa) ha decretado la prisión provisional comunicada y sin fianza para César V. G., el agente de la Policía Nacional de 38 años que la madrugada del sábado acabó a tiros con la vida de su pareja, una vecina de Olot de 44 años, nacionalidad española y madre de dos hijos de 24 y 14 años. El detenido intentó luego suicidarse al dispararse a la cabeza, sin éxito. En vista de que el estado de salud del asesino no le permitía pasar físicamente a disposición judicial antes de las 72 horas máximas establecidas por ley, la comitiva judicial del juzgado de Olot especializado en violencia de género se ha desplazado este lunes hasta la habitación en la que permanece ingresado grave para hacer el pase a disposición y la comparecencia de prisión.
César V. G., destinado desde hace unos 3 años en la Unidad de Extranjería y Documentación de Camprodón, se ha acogido a su derecho a no declarar. Por su parte, el fiscal ha pedido que se le encierre en prisión como presunto autor de un delito de asesinato con el agravante de violencia de género. La defensa ha pedido que quede en libertad provisional con medidas cautelares; y ha reclamado que se realicen análisis de orina y sangre por si hubiera restos que mostraran el consumo de tóxicos.
Según fuentes de la investigación, los hechos sucedieron la madrugada del sábado cuando la hija de la víctima y su novio llegaron al piso, en el número 24 de la calle Verge de la Guia, media hora antes de la llegada de la madre Irene L.L. de 44 años. Poco después, sobre las 2.00 de la madrugada, se sospecha que llegó César V. La víctima y el policía hacía entre un año y medio y dos años que mantenían, según diversos testigos, una relación con continuas peleas y humillaciones por parte de él y con varias interrupciones.
La policía cree que alrededor de las 3.00 horas el agente disparó a la mujer disparó entre 5 y 6 veces, tres tiros a la cabeza, uno en el cuello, uno en el antebrazo –la misma bala podría haber entrado en el brazo en situación defensiva y acabar en la cabeza- y uno en la espalda. También localizaron un disparo en una persiana. Instantes después de matar a la mujer, César V. se disparó de tal forma que la bala entró por la zona temporal y salió por la zona ocular, provocando una herida gravedad, pero no mortal. Dejó el arma allí y se fue a acostar a la cama de matrimonio. Una de las hipótesis que se barajan es que se fue a acostar porqué pensara que acabaría muriendo, aunque no sucedió.
Los gritos, objetos caídos y golpes despertaron a los vecinos, que optaron por llamar a la policía. La Policía Local y los Mossos se presentaron en la vivienda, llamaron al timbre y como que nadie contestó y no se oía nada, se fueron. La hija y su novio, que dormían en la habitación de la otra punta del piso, no se percataron de nada hasta que a las 08.00 horas la joven se levantó. Oyó unos murmullos que salían de la habitación de su madre y vio al agente con la cabeza ensangrentada que se levantaba de la cama e iba a lavarse al baño. Fue a la cocina y se encontró con el cadáver ensangrentado de su madre. Llamó a su tía y cuando llegó, sobre las 08.20 horas, alertaron a los servicios de emergencias.
En las próximas horas está previsto que los forenses del Instituto de Medicina Legal de Catalunya (IMLC) le practiquen la autopsia. Por su parte el asesino fue trasladado primero al Hospital de Olot y luego al Trueta de Girona donde fue intervenido y sigue ingresado en estado grave.
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