Intelectuales y políticos de izquierda urgen una reforma federal como solución al conflicto catalán
Las jornadas Diálogos Cataluña-Andalucía reclaman un acuerdo político y modificar la Constitución
La solución al conflicto catalán solo se solucionará con diálogo y acuerdo político. Pero también con acciones. Y la más adecuada para solventar el problema es reformar la Constitución para convertir España en un Estado federal. Estos son los principios que mueven las jornadas Diálogos Cataluña-Andalucía, promovidas por el historiador catalán Javier Tébar y el profesor de literatura andaluz, Javier Aristu, y que entre este viernes y sábado reúnen en Barcelona un centenar de intelectuales, políticos o periodistas de ambas comunidades.
Las jornadas, que ya tuvieron su primera entrega en Sevilla el pasado octubre, tienen como objetivo establecer unos puentes de diálogo a nivel político y social para encontrar una solución al conflicto catalán. La vía para conseguirlo, según los organizadores, es primero “reconocer al otro” y, segundo, sentarse a dialogar para llegar a un acuerdo. Ni las vías unilaterales ni las suspensiones del autogobierno son opciones válidas para resolver el conflicto, consideran los impulsores de las jornadas. De ahí la apuesta por la reforma de la Constitución para avanzar hacia un modelo federal de Estado.
“El Estado autonómico ha muerto, porque para Cataluña no sirve”, sentenció Xavier Domènech, exdiputado de Catalunya en Comú-Podem en el Congreso, que añadió que también en Andalucía se está torpedeando dicho modelo ya que “el partido que apoya al Gobierno quiere acabar con el Estado de la autonomías”. Según el sociólogo andaluz, Manuel Pérez Yruela, en Andalucía también se vive cierto descontento con el modelo autonómico, que fue positivo en un primer momento, ya que ayudó a mejorar el nivel de vida de muchos andaluces, pero que en los últimos años se ha demostrado insuficiente. “Todavía representamos el 75% de la media de renta española, no se consigue superar la barrera de la media española”, apuntó.
No obstante, el camino hacia un sistema federal puede toparse con algún “obstáculo”, según reconoció Yruela, cuando alguna de las regiones, como las históricas, reivindique algún tipo de “singularidad” o “asimetría”. Ello puede toparse con el principio andaluz, añadió Yruela, de “no queremos ser más que nadie y menos que nadie”. Domènech planteó otra duda de más calado: si el anhelo de un Estado federal se vive en otras regiones.
Por su parte, la socióloga catalana Marina Subirats abundó en las causas que han generado y alimentado el conflicto catalán, desde un reconocimiento insuficiente a la lengua, a los intentos de reducir el autogobierno al recorte del Estatut y la crisis económica. “Que tengas que insistir tanto para hablar tu lengua y para defenderla, cansa e irrita. A partir del 2008 el malestar en Cataluña se acelera y el independentismo se convierte en una utopía posible. Entonces, mucha gente piensa 'Esto no se puede aguantar, vámonos y hacemos un país maravilloso'”.
Varias voces coincidieron en reconocer que el diálogo actualmente es difícil porque “las posiciones de ambos lados se han radicalizado”, pero también apostaron por no desistir y poner el foco en los aspectos que unen ambas sociedades.
En las jornadas han participado políticos como el diputado del PDeCAT en el Congreso, Carles Campuzano, los exdiputados catalanes Xavier Domènech, Joan Coscubiela, Laia Bonet o Lluís Rabell, exlíderes sindicales Joan Carles Gallego y Cándido Méndez, y escritores o intelectuales como Joan Subirats, Josep Ramoneda, Borja de Riquer, Jordi Amat o Francesc-Marc Álvaro. Las jornadas se cierran este sábado con una reflexión alrededor del encaje actual de Cataluña, Andalucía y España en el marco europeo en un momento del auge de los populismos, que contará con la intervención de los politólogos Manuel Arias Maldonado y Astrid Barrio.
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