La ‘Quinzena’ hace ‘danzar’ a 47.500 espectadores
La segunda edición ha movilizado un 50% más de público, de nueve ciudades
La ampliación de su área de influencia a nueve ciudades, la calidad de los espectáculos y el aumento de presupuesto, además del éxito de los espectáculos al aire libre propiciados por el excelente tiempo del que se ha gozado en la última quincena en Barcelona y su entorno han convertido a la IIª Edición de Dansa Quinzena Metropolitana en un éxito notable. Calles, plazas, teatros y otros espacios escénicos han sumado, desde casi 200 espectáculos, 47.500 espectadores durante casi tres semanas, frente a los poco más de 30.000 espectadores de la edición anterior. Otro dato relevante es que se han realizado 85 funciones en salas de teatro, que han contado con una ocupación del 77% y un total de 15.000 espectadores.
La clausura del festival tuvo lugar este sábado con diversas iniciativas que invitaban el ciudadano de a pie a bailar en diferentes plazas de Barcelona, Badalona, Cornellà, Esplugues, L’Hospitalet de Llobregat, Santa Coloma de Gramanet, Sant Cugat y Viladecans y que acabaron reuniendo a 9.200 personas entre bailarines y público.
En Barcelona, en la plaza Dels Àngels, con numeroso público y bajo el lema Tothom balla, tuvieron lugar dos divertidas propuestas. La primera, dirigida por la bailarina y coreógrafa Mar Gómez, logró que hombres y mujeres de todas las edades no simplemente se movieran sino que bailaran... y con entusiasmo. El secreto: días antes, la coreografía se colgó en Youtube y así los participantes pudieron ensayar en sus casas.
Espectacular fue también la propuesta del bailarín y coreógrafo Álvaro de la Peña y su grupo Iliacán, con 250 participantes entre músicos, cantantes y bailarines amateurs, en un montaje que contó con ciudadanos de diferentes barrios de Barcelona (Les Corts, Sarrià, Nous Barris, Raval y La Ribera) y de L’Hospitalet. La música fue a cargo de El Coro del Raval, Els Diables de Sarrià, La Ribera Orquestra del Raval y la Escola Municipal de Música.
Vivaldi, música pop y góspel acompañaron al grupo de bailarines de todas las edades que vestían de blanco y se comportaron como profesionales. Así, una jubilada de L’Hospitalet, Teresa, de 74 años, se concentraba para bailar un solo, nerviosa y encantada a la vez. Salió airosa. Luego, todos treparon y utilizaron como elemento escénico las vallas metálicas del Ayuntamiento. Al final, el conocido tema Sabor a mí logró que bailarines, músicos, cantantes y público se unieran en un gran baile.
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