Marruecos pide información sobre sus menores no acompañados en Madrid
La embajadora se reúne con representantes de la Comunidad y de Interior, que se ha abierto a la posibilidad de que haya repatriaciones
Karima Benyaich, embajadora de Marruecos, y Khalid Zerouali, director de migraciones y vigilancia de las fronteras de ese país, se reunieron el 26 de febrero con representantes del ministerio de Interior y de la Comunidad para pedir información sobre la situación de los cientos de menores no acompañados marroquíes que han llegado hasta Madrid. La mayoría de estos adolescentes han vivido hacinados en un centro de Hortaleza. La cita fue el primer paso para crear un grupo de trabajo que Interior quiere ampliar a otras regiones. El titular del ministerio, Fernando Grande-Marlaska, reconoció en noviembre su interés en trabajar con los países de origen ante “posibles repatriaciones” que ya se contemplan en un acuerdo de 2012 firmado por España y Marruecos.
La cita fue en la sede de la dirección general de la Familia y Menor de la Comunidad y reunió a representantes políticos del máximo nivel de los dos países, según fuentes consultadas por EL PAÍS. Por Marruecos, además de la embajadora y el integrante del ministerio del Interior, fueron convocados Amine Chaoudri, consul general, y tres consejeros. Por España asistió Elena Garzón, directora general de relaciones internacionales y extranjería del ministerio del Interior. Y la Comunidad estuvo representada por Alberto San Juan, director general de Familia y Menor. Sobre la mesa, la gestión que se está haciendo de las llegadas de cientos de menores no acompañados marroquíes a Madrid. Y en el transfondo, la petición lanzada solo diez días antes por Felipe VI durante su viaje oficial a Marruecos: ir "más allá" en el control de la emigración.
Las claves de la crisis
- En 2018, unos mil menores no acompañados llegaron hasta Madrid. En lo que va de 2019, se ha acogido a 652.
- El Gobierno articuló una línea de financiación de 40 millones de euros para ayudar a las Comunidades que se han hecho cargo de los menores. De ese montante total, Madrid solo ha recibido 1.500 euros por discrepancias en la formulación de su solicitud y en la tramitación de los datos. Atender a los menores cuesta entre 120 y 150 euros diarios por persona, según fuentes gubernamentales.
- Ningún municipio madrileño se ofreció a acoger a los menores no acompañados cuando el Gobierno de la Comunidad pidió ayuda. De hecho, tanto el alcalde de Tres Cantos como el regidor de Somosierra mostraron su rechazo a que el Gobierno regional siguiera adelante con sus proyectos de abrir centros de acogida en esas localidades. Los vecinos de Pozuelo también se movilizaron en contra de que se acogiera a varios de esos adolescentes en un piso.
- Los 4.100 niños que están bajo la tutela de la Comunidad de Madrid provienen de hasta 50 países distintos, según datos proporcionados por el Gobierno regional. A 30 de septiembre de 2018, la región había tramitado la solicitud de residencia de una decena de menores, según una respuesta parlamentaria.
“Se está trabajando con Marruecos para readmitir a Menas que no se hayan adaptado en España”, explica una fuente del Ministerio del Interior, cuyo titular, Fernando Grande-Marlaska, llegó a hablar en noviembre de “posibles repatriaciones”. “Siempre se aplicaría el criterio del bien superior del menor, se analizaría cada caso individualmente y se contaría con el visto bueno de la fiscalía”, sigue este interlocutor del ministerio, que recalca que en la cita se trataron también otros temas. “Por ahora la reunión solo ha sido con la Comunidad de Madrid”, añade esta fuente, que especifica que la intención de los dos Gobiernos es establecer contactos con todas las regiones a las que han llegado los menores, que también se concentran en Andalucía o Cataluña.
Las puntualizaciones de Interior sobre las garantías del hipotético proceso no son cosa menor. Las repatriaciones de menores a Marruecos —que por ahora son una posibilidad, no un proyecto— se podrían activar a través de un acuerdo bilateral de 2012. Su aplicación, no obstante, es algo más que esporádica. ¿La razón? El Tribunal Constitucional admitió en 2009 un recurso de amparo de un adolescente marroquí al que no se le preguntó, ni informó ni se le permitió opinar o discutir sobre su repatriación.
"Lo que se hizo fue analizar la situación de los Menas y la situación en la que se encuentran", explicó un portavoz del Gobierno regional sobre el encuentro de los representantes de Marruecos con los directivos de la consejería de políticas sociales. "Fue una primera toma de contacto y acordaron crear una mesa de trabajo para hacer seguimiento", añadió, sin querer dar más detalles sobre el contenido de una reunión que pidió Marruecos y facilitó el Gobierno español.
Este diario contactó ayer con la embajada de Marruecos en España, sin obtener ninguna respuesta.
Entre junio y diciembre de 2018, unos 1.000 menores no acompañados de distintas nacionalidades llegaron hasta Madrid. Desde enero de 2019, la cifra es de 652. Y entre ellos predominan los marroquíes, aunque los especialistas del gobierno regional tienen registros de casi 50 nacionalidades distintas: argelinos, vietnamitas, rumanos, chinos, indios, paraguayos...
Condiciones de posguerra
La mayoría de esos menores no acompañados que han llegado hasta la región se han hacinado durante meses en el centro de acogida de Hortaleza, un equipamiento que ha llegado a albergar a casi 300 migrantes pese a estar diseñado para acoger a 35. Como consecuencia, los adolescentes han acabado durmiendo en los pasillos, el personal se ha visto desbordado, y ha habido episodios puntuales de peleas que han obligado a intervenir a la policía, según fuentes conocedoras del día a día del centro.
La situación ha llevado a la institución al borde del colapso, y provocó ayer una manifestación de protesta de sus trabajadores, a los que acompañaron políticos como Isabel Serra, candidata de Podemos a la presidencia de la Comunidad de Madrid. ¿El lema? "Hacinar es maltratar", se leía en una pancarta.
"Estamos en una situación caótica", resumió allí Ana Pérez, una de las trabajadoras del centro de Hortaleza, según informa Europa Press. "Son condiciones dignas de la posguerra". Y advirtió: "Cuanto más tiempo estén en malas condiciones y hacinados, más se deteriora el proyecto migratorio y más difícil será su integración".
"Pero ahora no hay hacinamiento en Hortaleza, hay una sobreocupación de 17 menores que serán trasladados en breve a uno de los nuevos recursos que hemos puesto en funcionamiento", explicó un portavoz de la Comunidad de Madrid. "Se han creado, en total, más de 200 plazas, a pesar de que el Gobierno de Pedro Sánchez ha mirado para otro lado en la crisis de los Menas".
Aunque Madrid por fin ha logrado abrir nuevas plazas para acoger a los menores, las claves de la crisis se mantienen. El Gobierno central y la Comunidad están enfrentados. Los recursos se estiran hasta más allá del límite. Y los niños siguen llegando.
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