Madrid invierte 123,7 millones en arreglar casas de 63.687 familias

Manuela Carmena apareció este viernes sin la silla de ruedas que la ha acompañado desde que sufrió una caída las pasadas Navidades y sujeta a un par de muletas. Lo hizo con paso lento, como no podía ser de otra forma, pero dispuesta a visitar el barrio obrero de Moratalaz y las obras que se realizaron al amparo del plan Mad-Re (Madrid Recupera) para mejorar la estructura de varias viviendas: la construcción de ascensores, la eliminación de amianto o el aislamiento de las fachadas. Fueron 15 minutos escasos. La alcaldesa de Madrid llegó, recibió el calor de algunos vecinos que la esperaban, subió por el elevador de la vivienda situada en el número 224 de la calle Encomienda de Palacios y se marchó. “Tampoco el primer día podemos aquí exagerar”, se excusó.

La alcaldesa apareció escoltada por el delegado del Área de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo; por el presidente de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid, Vicente Pérez, y por la presidenta de la Asociación de Vecinos de Moratalaz Avance, Mercedes San Ildefonso, a quienes les cedió la palabra en todo el momento. El objetivo era presentar el programa municipal que ha permitido, durante los años 2016, 2017 y 2018, realizar mejoras en las viviendas de los vecinos de este barrio obrero construido entre los años 50 y 70. Y, sobre todo, Carmena insistió en que su equipo explicara los números.

En total, la inversión ha ascendido en Moratalaz a 19.251.951 millones euros de los que 12.616.640 provienen de ayudas municipales. De esa cantidad, 10,2 millones de euros se han destinado a actuaciones en materia de accesibilidad, 1,3 millones de euros han sido para ayudas en eficiencia energética y 1,1 millones de euros para conservación. El número de viviendas que se han beneficiado de estas subvenciones en el distrito de Moratalaz han sido 2.825. En el conjunto de Madrid, 63.687 familias han solicitado ayudas y subvenciones en las que se ha invertido 123,7 millones de euros.

“Para conseguir que la gente tuviera confianza y pidiera las ayudas, pagamos el 50% en el momento en el que se concedía la ayuda y se iniciaba la obra, y el otro 50% cuando finalizaba la ayuda. Pero el último año, en 2018, decidimos que para generar más confianza en la gente el 100% se paga en el momento de la concesión, cuando se iniciaba la obra, con lo cual eso favorece que las comunidades no tengan que hacer tanto desembolso y esa parte pequeña que suele quedar de 20 o 25% sea lo que vayan pagando a lo largo de cinco o lo que consigan de financiación”,explicó Pilar Pereda, asesora de desarrollo urbano sostenible.

“Esto es principalmente para que las personas que viven en un tercer o cuarto piso no tengan que abandonar sus viviendas cuando tienen un problema de movilidad”, recordó Marta Higueras, la primera teniente de alcalde de Madrid. “Se trata de mejorar esa calidad de vida, lo que lleva también a un fuerte reequilibrio territorial para que la gente no se vaya de su barrio, ni de su casa, lo cual es muy bueno para toda la ciudad”.