Una Gran Vía de tiendas gigantes
Huawei inaugurará un establecimiento de 2.500 metros cuadrados en esta calle histórica de Madrid siguiendo los pasos de Primark, Adidas y otras multinacionales que buscan impactar a consumidores locales y turistas para que compren en el acto o en Internet
El gigante de los teléfonos móviles Huawei ha optado por un relativo sigilo para hacer un movimiento de calado en la capital. El 27 de diciembre colocó en la fachada reflectante del local Gran Vía 48 un mensaje en el que se lee “Hola Madrid” junto a su logo. No hubo comunicado de prensa ni otro tipo de anuncio, pero el propósito es claro: el edificio que llevaba tiempo vacante será la nueva macrotienda en Madrid de la empresa que representa el ascenso global de las tecnológicas chinas. Lo había adelantado el diario Cinco Días:la empresa abrirá este local de 2.500 metros cuadrados cercano a la plaza de Callao a mediados de 2019.
La llegada de Huawei a la Gran Vía confirma la tendencia de las grandes marcas a abrir macrotiendas en esta calle histórica. Las llaman flagship stores (tiendas insignias) y son la respuesta de las grandes multinacionales al auge del comercio online: espacios donde buscan seducir a los visitantes con luces, sonidos y experiencias. Los clientes no tienen que comprar en el acto, lo harán más tarde por Internet.
Los expertos comparan estos cambios en Gran Vía a los que ciudades de mayor tamaño llevan experimentado desde hace décadas: las tiendas de los Campos Elíseos, en París; Oxford Street, en Londres, o la Quinta Avenida, en Nueva York, se han convertido en grandes atracciones para vecinos y turistas. “En algunas de las grandes tiendas de los Campos Elíseos, como Renault o Citroën, he visto a veces grandes colas para entrar”, dice Belén Díaz, directora general de la consultora inmobiliaria Valliance. Y ese parece ser el destino de la Gran Vía, donde otras grandes marcas internacionales han abierto recientemente sus macrotiendas, como la exitosa Primark (2014) o Adidas (2017). La llegada de la cadena irlandesa de ropa Primark a Gran Vía 32 sigue siendo la operación estrella a nivel flagship en España, con 12.400 metros cuadrados de superficie.
La fuerte demanda por encontrar un espacio en una calle tan codiciada ha disparado los precios. Según datos de Savills Aguirre Newman, la renta mensual del metro cuadrado ha crecido de 110 euros en 2007 a los 240 actuales para locales de hasta 200 metros cuadrados.
Huawei, que se convirtió el año pasado en el segundo mayor vendedor de móvil a nivel global al desbancar a Apple, sigue el ejemplo de esta compañía estadounidense que en 2014 inauguró su tienda estrella en la Puerta del Sol. “Huawei necesitaba dar un golpe de timón para competir con Apple a nivel inmobiliario en la capital”, dice Íñigo Gutiérrez, asesor senior de la consultora inmobiliaria Catella.
El local que va a ocupar Huawei llevaba vacío desde 2016 y anteriormente había sido ocupado por la tienda de ropa C&A.
El mayor tamaño de los locales comerciales de Gran Vía es otro motivo por el que en su búsqueda de flagships las grandes empresas han preferido instalarse ahí en lugar de otras arterias comerciales menores como Preciados.
Preciados se encuentra en pleno contraataque, con multitud de edificios reconvirtiéndose en megatiendas espectaculares y, entre otros, Mango y Pull & Bear han abriendo nuevas tiendas en esta calle, según un reporte reciente de la consultora CBRE.
Según los expertos, la operación de Huawei también indica el creciente interés por el tramo de Gran Vía entre Callao y plaza de España. Las marcas anticipan el despegue comercial de una zona aletargada cuando concluyan las obras en el Edificio España. El proyecto en curso prevé que se abran cinco macrotiendas de hasta 6.000 metros cuadrados en las primeras plantas. Fuentes del sector inmobiliario indican que las estadounidenses Urban Outfitters y McDonald’s ya han cerrado operaciones para instalarse en espacios vacantes en ese tramo.
La subida de precios en el centro es también producto del progresivo abandono de los centros comerciales de la periferia por parte de marcas que hasta hace poco competían por esos espacios. Así, Ikea, Decathlon o Carrefour compiten ahora por espacios en el centro. También las firmas de ropa han cambiado su estrategia y en lugar de abrir muchos puntos de venta prefieren centrar sus esfuerzos en una gran tienda que no pase desapercibida, según la directora de nuevos mercados de Savills Aguirre Newman, Paola Tellols.
Sin embargo, los expertos coinciden en que las marcas de lujo no se moverán del Barrio de Salamanca.Por otro ladoMientras las marcas de comercio masivo buscan ocupar las calles más transitadas, las marcas de lujo seguirán buscando diferenciarse, por lo que permanecerán en el barrio de Salamanca.
Díaz dice que algunos operadores de este mercado selecto también prefieren esas calles porque ofrecen más facilidad para llegar en coche y aparcar que por ejemplo Gran Vía: "Una comerciante de Ortega y Gasset me dijo que prefieren no moverse de esa calle porque sus clientes van en coche con chofer".
De los cines a la ropa
Gran Vía, que fue calle de cines y teatros, no era interesante para las marcas de ropa y otros productos minoristas hasta finales de los 90, según recuerda Íñigo Gutiérrez, asesor senior de la consultora inmobiliaria Catella. Gutiérrez, que fue responsable de expansión del grupo Inditex recuerda que cuando abrió la tienda de Stradivarius en 1999 Gran Vía 30, apenas había presencia de comercios textiles en esa calle. Entonces la calle Preciados era la calle más deseada por las marcas de ropa. “Como no había espacio en Preciados decidimos instalarnos en Gran Vía”. Pronto abrieron otras marcas de Inditex en Gran Vía como Zara o Bershka, así como la cadena sueca H&M, que hoy ocupa el espacio del antiguo Cine Avenida.
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