Caramelos con sabor a niebla de Lleida
Una fábrica de Bellpuig crea unos dulces inspirados en uno de los fenómenos meteorológicos característicos de esta provincia catalana
Visitar Lleida en invierno es sinónimo, a menudo, de no ver la luz del sol durante días. La niebla es uno de los fenómenos meteorológicos más característicos de estas tierras y durante las fechas navideñas se deja ver, oler e, incluso, tocar. Ahora, también se podrá degustar. La fábrica de dulces Vda. Pifarré de Bellpuig y Boira Experience han creado unos caramelos inspirados en la niebla. Se elaboran con estevia, sin azúcar ni alérgenos, y con aromas de plantas autóctonas, como el tomillo o el romero. "Queremos transmitir el olor de la tierra húmeda por la niebla y dar protagonismo a Lleida, que a menudo queda olvidada ante las grandes ciudades catalanas", señala Eloi Grau, responsable de calidad de la fábrica centenaria de Bellpuig.
La idea surgió de Boira Experience, una empresa que vende experiencias relacionadas con la niebla para promocionar el territorio leridano. El año pasado ya presentaron unos perfumes decorativos con el olor de este fenómeno y este año decidieron dar un salto a los paladares. "Queremos que la gente se pueda meter un trocito de niebla en la boca y que, a través del gusto, se transporte a un típico paisaje de Poniente", apunta Roger Tutusaus, una de las almas de Boira Experience. La empresa se puso en contacto con la fábrica Vda. Pifarré que, con la ayuda de una casa de aromes, finalmente dieron con un sabor que recuerda a la niebla. El proyecto comenzó este verano y ha pasado hasta siete pruebas de diferentes sabores.
El resultado es un caramelo con doble capa. "La capa exterior es transparente y fresca y, la interior, densa, opaca y con un sabor de hierbas", añade Eloi Grau. El producto se presenta en una botella de vidrio y con un envoltorio transparente, siguiendo la filosofía que quieren transmitir sus creadores. El dulce se puede encontrar en la web de Boira Experience y en cinco puntos de venta física, repartidos por Bellpuig, Mollerussa, Tàrrega y Lleida. Ya hace una semana que salió al mercado y, según Grau, el recibimiento ha sido muy bueno. "Aunque el sabor es muy peculiar, ya ha venido mucha gente de toda Cataluña a buscarlos", afirma. Quienes los han probado, recomiendan cerrar los ojos y dejarse llevar por su sensación.
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