La mudanza que descargó el Gordo

Hace poco más de un año, antes de aquellas fechas en que la fortuna regó de vino con burbujas el municipio lucense de Vilalba, Alba Vinke y Roberto Quintáns todavía vendían su lotería en un local viejo y oscuro al otro lado de esa carretera empinada de cuatro carriles que parte en dos Montouto (Teo, A Coruña). Pero la pareja decidió mudarse. Reabrir la única administración del pueblo, la número 1 de Teo, en la parte más alta, un lugar de paso entre edificios de nueva construcción que habita gente que trabaja en Santiago, junto a una pequeña zona industrial, un hotel y un motel. El nuevo despacho lotero "es moderno y luminoso" y eso, asegura Vinke, se notó en las ventas de 2018. "Vendimos muchísima lotería, trabajamos mucho, y esta semana no hubo día que no nos acostásemos después de las tres de la mañana", dice, porque al acabar el horario comercial "todavía teníamos que hacer la contabilidad", y reponer boletos en esa constelación de bares y negocios donde se venden los números de Montouto. La mudanza de la Administración número 1 trajo la suerte a Teo, al borde de un vial con mucho tránsito que une Santiago con A Estrada, por lo que los afortunados de los 16 décimos del Gordo despachados pueden estar en cualquier parte.

"Hay que tener en cuenta que aquí viene a comprar décimos gente alojada en el Hotel Congreso", recuerda Rosa Liñares, empleada de esta administración desde hace 20 años. Ella asegura ahora que siempre defendió este número "tan raro", el 03347: "Los clientes suelen rechazar los décimos que empiezan por cero, y yo les digo que esos son los que tocan, los que nadie se espera", bromea. En el antiguo local, Liñares, Quintáns y Vinke jamás habían despachado el Gordo ni ningún otro premio de Navidad, y lo más grande que habían vivido había sido la Primitiva que ganó una señora de la zona.

El despacho de Montouto es el que más décimos vendió en Galicia (16, todos por máquina; 6,4 millones de euros) de un Gordo poco madrugador (12.35 horas) y muy repartido que también dio un barniz de oro al punto de venta instalado hace dos años en la conocida Raxería de San Marcos (Santiago, camino de Lavacolla). Los clientes de este restaurante, el segundo establecimiento gallego que más primer premio sirvió, se distribuirán un total de 3,2 millones, correspondientes a ocho décimos de 400.000 euros. El propietario, Javier Suárez, explica que todos los boletos se los compraron en las dos últimas semanas y está "encantado" de su corazonada: "la terminación 47 me parecía buena", presume ahora.

Pero este hostelero no era el único con el pálpito de la fortuna vestida de lentejuelas que estaba a punto de llegar: Genaro, el dueño de Maradentro, el bar aledaño a la administración de Montouto, tenía claro que este año tocaría y ayer avisó a sus vecinos loteros de que esperaba acontecimientos "con el cava preparado". "Hoy, cuando fuimos a buscar las botellas, nos recibieron con aplausos", cuenta feliz Vinke, "nacida en las Antillas Holandesas, casada con un gallego [Roberto Quintáns] y vendedora de la Lotería de España".

"Repartir el Gordo es el sueño de cualquier lotero, un orgullo enorme", sigue explicando esta mujer: "Para nosotros es importante que se sepa que la lotería es algo que se puede ganar en cualquier parte, cualquier persona que juegue. Y además nos parece precioso que Teo se conozca por esto, después de haber vivido aquí hace poco noticias tan lúgubres". La vendedora se refiere a la muerte de Asunta Basterra, a tiro de piedra del lugar donde hoy, bajo la lluvia que no cesa, todo es fiesta, se descorchan botellas y pasan pitando los coches para unirse de alguna manera a la celebración. Entre brindis y brindis de los loteros, al rato también se suman los trabajadores de la CRTVG, la compañía de radio y televisión autonómicas, para hacer visible ante los medios de comunicación congregados su nueva jornada de huelga contra "el desmantelamiento y la manipulación" y en "defensa del servicio público".

El tercer puesto entre los locales que más décimos del Gordo vendieron, seis cada uno, lo ocupan dos establecimientos de Pontevea (también en Teo) y Fene (bar Malpica, en Maniños). Y el resto de los boletos, hasta más de 60 que se despacharon en Galicia, quedaron desperdigados por muchas localidades como la ciudad de A Coruña y municipios de la provincia como Outes, O Pino, Cedeira y Zas. En Lugo, se vendieron décimos sueltos en O Valadouro, Vilalba, Monforte y la capital. En Ourense, en la propia ciudad; y en Pontevedra, en la capital, en O Porriño, en Bueu, A Estrada, Sanxenxo, Redondela, Poio y la Porta do Sol de Vigo. En total, el primer premio del Sorteo Extraordinario de Lotería de Navidad deja en Galicia esta vez más de 25 millones de euros, además de varios décimos de otro seis premios (el tercero, un cuarto y cuatro quintos).

El tercer premio, el 04.211, trae 650.000 euros correspondientes a 13 décimos hasta Vigo (cinco décimos en cuatro establecimientos diferentes), Cambados, Cambre, A Coruña, Cotobade, Castro de Rei, O Carballiño y Ourense. Uno de los dos cuartos premios del sorteo, el 67.774, ha viajado hasta la comunidad a bordo de cinco décimos vendidos en As Pontes de García Rodríguez, A Coruña, Ourense y Guitiriz. Y entre los quintos premios, han caído cuatro de los ocho números con suerte: 07.568, 29.031, 18.596 y 02.308, vendidos sobre todo en municipios de A Coruña y Pontevedra.