Alberto Fernández Díaz no repetirá como candidato del PP en Barcelona
El concejal anuncia que deja el cargo en el Ayuntamiento tras 27 años como edil
Alberto Fernández Díaz se marcha y no será candidato en las elecciones municipales de mayo tras haber encabezado en las últimas cuatro convocatorias. El veterano concejal del PP en Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado, a seis meses de las elecciones, que dejará el consistorio. Fernández Díaz, de 56 años, ha ocupado su acta de concejal durante 27 años, en dos etapas. La primera, entre 1987 y 1999, cuando fue elegido diputado en el Parlament. Tras dirigir el partido en Cataluña, en 2003 regresó al Ayuntamiento.
El edil no ha concretado las razones de su marcha, aunque ha afirmado que la decisión estaba tomada desde hace meses y ha añadido: "Todo tiene un momento y el mío había llegado". Fernández Díaz se va "con sensación de tener el deber cumplido" y ha celebrado "el privilegio de haber servido a la ciudad, haberla podido conocer y querer y trabajar más allá de siglas, representando sin complejos convicciones sólidas e ideas de centroderecha". Sobre su futuro, se plantea volver a ejercer de abogado, con la incógnita de si podría ir en la lista de los populares a las elecciones europeas, también en mayo.
El peso del PP en el Ayuntamiento se ha reducido drásticamente en los últimos años 15 años: el partido obtuvo siete concejales en 2003 y 2007; y en 2011 logró nueve, con Fernández Díaz como candidato. El popular fue el principal aliado del alcalde Xavier Trias durante el mandato pasado, cuando el debate independentista no condicionaba la agenda y PP y CiU coincidían en la defensa de políticas de derechas. En el actual mandato, el cuarto en el que Fernández Díaz fue cabeza de lista, el partido solo tiene tres concejales. Buena parte de su electorado lo ha absorbido Ciutadans (cinco ediles), que en las próximas elecciones presentará como candidato al ex primer ministro francés Manuel Valls.
Las encuestas auguran malos resultados al PP en las elecciones de mayo, incluso la posibilidad de quedar fuera del Ayuntamiento. Oficialmente, el PP todavía no ha hecho público quien encabezará su lista, aunque entre los candidatos que suenan figuran Andrea Levy, próxima a la actual dirección de la formación; o el empresario Josep Bou, que preside la entidad Empresaris de Catalunya, contraria al independentismo.
Solo un concejal supera a Alberto Fernández Díaz en veteranía en el Ayuntamiento de Barcelona. Fue el convergente Joan Puigdollers, que se despidió el mandato pasado, cuando con Xavier Trias de alcalde presidió el pleno. Puigdollers estuvo en la Casa Gran 28 años. De hecho, si el popular se queda hasta mayo, serán los dos concejales más veteranos en lo que va de democracia, con siete mandatos en el cargo.
Ferviente defensor de la moto como medio de transporte en la ciudad, a Fernández Díaz se le conoce por su tono afable, su nota de prensa diaria, sus ataques al movimiento okupa, su defensa de la Guardia Urbana, la ordenanza de civismo y la monarquía, sus notas de letra minúscula (habitualmente ni sus colaboradores saben qué dirá en sus intervenciones) y sus chistes o juegos de palabras, de las que ningún adversario se ha librado. Por ejemplo, cuando en una brutal sequía el alcalde Joan Clos, planteó hacer llegar agua a Barcelona en barco, Fernández Díaz se sacó de la manga los "barcobotijos". Ante un presupuesto de la concejal ecosocialista Imma Mayol, le espetaba que cambiara "la hoz y el martillo por el chuchillo y el tenedor". Al gobierno de la alcaldesa Ada Colau le acusa de tener “cochefobia” o de haber puesto un belén que es un bodrio.
Su veteranía en el Ayuntamiento (llegó al consistorio cuando todavía eran concejales Miquel Roca o Ernest Maragall) le permite, también, recordar al resto de grupos municipales (a veces sacándoles los colores) qué votaron en cuestiones clave sobre las que con el tiempo han cambiado de opinión. A la pregunta sobre el mejor momento de su paso por el Ayuntamiento, Fernández Díaz ha citado un episodio previo: la designación de Barcelona como ciudad olímpica, en 1986. Pero ha recordado que gracias al apoyo del PP, el ex alcalde Pasqual Maragall consiguió los votos necesarios para proyectos vinculados a la celebración de los Juegos, como el Plan de Hoteles o las obras de las Rondas. Sobre el peor momento, el concejal popular no ha dudado, al borde de las lágrimas, en citar los asesinatos de concejales del PP por parte de ETA.
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