Detenido por intentar matar con un hacha a uno de los asistentes a un juicio de violencia de género en Cádiz

Un juicio por violencia de género ha acabado con más detenidos que el que se sentaba ese día en el banquillo de los acusados. Un hombre ha acabado detenido después de intentar matar con un hacha a otro de los asistentes a la vista. El ataque, ocurrido en los Juzgados de Puerto Real (Cádiz), se ha saldado con la detención tanto del agresor como del agredido. El primero está acusado de intento de homicidio en grado de tentativa y la víctima por un delito de resistencia y desobediencia a la autoridad, después de que intentase devolverle el golpe.

Los hechos ocurrieron en la sede judicial de Puerto Real el pasado 14 de noviembre. Ese día se celebraba la vista por un caso de violencia de género que congregó a familiares tanto de la víctima como del hombre acusado de maltrato. Ante los conatos previos de agresión entre ambos grupos, la comisaría de la Policía Nacional de la cercana localidad de El Puerto de Santa María recibió una llamada en la que solicitaban su intervención en el lugar para calmar los ánimos "muy crispados", según un comunicado emitido por la institución este lunes.

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Mientras que la policía separaba a ambas partes, uno de los familiares entró en los juzgados, se paró en la puerta y, de forma sorpresiva, sacó un hacha de su chaqueta. Con un giro, el agresor, de 50 años y que responde a las iniciales de D.M.R., intentó clavar el arma blanca en la zona izquierda del dorso de otro de los presentes, perteneciente a la familia rival. El ataque no revistió más gravedad gracias a que la víctima consiguió apartarse justo antes y a que dos policías consiguieron reducir al atacante.

El supuesto autor del intento de homicidio resultó ser el padre del hombre que, en el momento de los hechos, estaba siendo juzgado por violencia de género. El agredido, J.J.P.A. de 32 años, era la actual pareja de la mujer denunciante en el juicio. Con su ataque con el hacha, el primero intentaba vengarse de una presunta agresión verbal que recibió su mujer y madre del detenido por violencia de género.

Mientras que los dos policías presentes en el momento del hachazo esposaban al atacante, la víctima aprovechó el momento para devolver la agresión. Al ver que no podía hacerse con el arma blanca que había caído en el suelo, cogió el palo de una sombrilla de un quiosco cercano y, con la parte puntiaguda, intentó atacar al ya detenido.

Los agentes le indicaron que dejara el objeto en el suelo y que se tranquilizara, ya que la persona que había intentado agredirle ya estaba esposada. Lejos de cejar en su agresividad, los policías tuvieron que acabar reduciéndole para evitar que consiguiese su objetivo. Por ello, el atacado acabó también detenido por un presunto delito de resistencia a la autoridad y de desobediencia.