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Cáritas alerta de la creciente cronificación de la pobreza

La entidad atiende a menos personas pero de casos más graves

Josep Catà
Una persona sin hogar en el parque de la Ciutadella de Barcelona.
Una persona sin hogar en el parque de la Ciutadella de Barcelona.Joan Sánchez

Menos gente atendida en situación de pobreza, pero cada vez más pobres. Cáritas Catalunya, la entidad diocesana que da ayudas y recursos a personas necesitadas mediante su red de parroquias y entidades, ha presentado este miércoles su memoria correspondiente al ejercicio de 2017. La primera conclusión puede dar alas al optimismo: Cáritas atendió el año pasado a 321.287 personas, un 11% menos que en el año 2016. Sin embargo, el presidente de la entidad, Francesc Roig, ha alertado de que los colectivos a los que Càritas atiende necesitan un plan de ayuda más integral que antes.

No solo basta, según Roig, una ayuda alimentaria o un recurso educativo: las familias pobres cada vez lo son más y necesitan un plan integral que aglutine respuestas a las necesidades básicas, a la precariedad laboral, al problema de la vivienda, a las necesidades educativas o a la soledad de las personas mayores. La entidad ha afirmado que la precariedad “se ha instalado como forma de vida”, cosa que, según Roig, “evidencia que estamos ante una crisis de modelo”.

Prueba de ello es que, según la memoria de Cáritas, más del 80% de las personas atendidas que están en edad laboral están en paro, mientras que el resto, aunque tengan trabajo, está ocupada “siempre en trabajos precarios, con elevada temporalidad, intermitentes y de pocas horas”, ha explicado Raquel Carrión, representante de la comisión social de la entidad. Carrión ha destacado que a estas personas no les es suficiente contar con un empleo para salir de la situación de pobreza. Además, el 33,7% de las personas atendidas que están solas no tienen una vivienda digna, “y no podrá acceder a un alquiler asequible por la falta de recursos y porque no existe un parque público de alquiler suficiente”, añadió Carrión. El perfil de los hogares atendidos corresponde en un 61% a familias con menores.

El presupuesto de Cáritas en 2017 fue de 42,8 millones de euros, procedentes en su mayoría de fuente privadas como donantes, herencias y legados, así como de entidades privadas. Un 80% se destinó a la acción social.

El presidente de Cáritas ha hecho un llamamiento a la sociedad y a la clase política “para revertir una situación en la que la vulneración de derechos fundamentales se enquista en el sector más vulnerable”. Roig ha reclamado que las políticas públicas promocionen el trabajo digno, “que asegure unos ingresos justos y seguridad en el puesto de trabajo”. El presidente de la entidad también ha reclamado que la Renta Garantizada de Ciudadanía (RGC), la prestación que la Generalitat impulsó hace más de un año para ampliar la cobertura social, “llegue a todo el mundo”. En este sentido, pidió que se presente un reglamento en el que se eliminen ciertas incompatibilidades que, actualmente, hacen más restrictiva la ley de la RGC. Roig ha pedido que no se tengan en cuenta los ingresos fruto de ayudas de entidades sociales ni las ayudas al alquiler. Tanto él como el cardenal Juan José Omella han reclamado también a la sociedad que se implique en una problemática que demuestra, según Cáritas, que la recuperación económica “no está llegando de igual manera a las personas y hogares en exclusión más severa”.

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Sobre la firma

Josep Catà
Es redactor de Economía en EL PAÍS. Cubre información sobre empresas, relaciones laborales y desigualdades. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona. Licenciado en Filología por la Universidad de Barcelona y Máster de Periodismo UAM - El País.

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