La inteligencia artificial, vista por Stanley Kubrick

“Kubrick marcó, yo creo que sin intención, una especie de agenda de los temas que se iban a investigar en los siguientes años en inteligencia artificial. Muchos científicos dijeron: si la película muestra esto, vamos a ver si somos capaces de hacerlo”, explica el director del Instituto de Investigación e Inteligencia Artificial del CSIC, Ramón López de Mántaras. Casi sin darnos cuenta, la inteligencia artificial se ha hecho un sitio en casi todos los aspectos de nuestra vida durante los últimos años: videojuegos, móviles, diagnósticos médicos, drones... forman parte de nuestro día a día. Pero, ¿cómo se ha llegado hasta aquí, y cómo evolucionará en el futuro? Esas son algunas las preguntas que trata de resolver la exposición Más Allá del Espacio: Odiseas en la Inteligencia, que estará hasta el 17 de febrero en la calle de Fuencarral, 3, en horario de 10.00 a 20.00.

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A través de las escenas de la obra de Kubrick, los visitantes podrán realizar un recorrido, de manera gratuita, por los orígenes de la inteligencia humana y artificial hasta llegar a la actualidad. Para ello, se mostrarán piezas y obras de gran valor como los dibujos de neuronas de Santiago Ramón y Cajal; varios documentos originales de Kubrick como el guion de la película o uno de los primeros ejemplos de inteligencia artificial de la historia: El Ajedrecista, una máquina autómata inventada en 1912 por el español Leonardo Torres Quevedo que era capaz de jugar al ajedrez contra humanos con unos mecanismos similares a los que emplean ahora los ordenadores. 

Tres episodios forman la película —estrenada hace 50 años y basada en una novela de Arthur C. Clarke— y tres son también los ejes en los que se divide la exposición. En El despertar de la inteligencia, se muestra el proceso por el que pasó la mente humana hasta que empezó a ser consciente y creativa. Un proceso que se ejemplifica con la proyección de la mítica escena de la película de Kubrick en la que un homínido descubre en un hueso no solo una herramienta, sino también un arma. En referencia a esta escena, los visitantes pueden ver una réplica del cráneo de Miguelón, un Homo antecesor, cuyas fracturas craneales indican que murió de manera violenta, víctima de una agresión con un arma.

Una réplica videográfica del interior de la nave Discovery da paso a la segunda sección de la exposición, llamada En el universo de la IA. Con ella llega el turno del HAL 9000, el súperodenador inteligente con el que Kubrick avanzó muchos de los descubrimientos que se han desarrollado después.Mientras descubren cómo ha evolucionado a lo largo del tiempo la inteligencia artificial, los visitantes podrán ser examinados por una replica de la maquina protagonista de la película.

Con El futuro de las inteligencias más allá del infinito, el tramo final, se aborda la delicada relación entre la inteligencia humana y la artificial. Varios científicos y expertos en IA, como Margaret Boden o Wolfgang Wahlster, dan su visión acerca de cuestiones como si la IA podrá superar en algún momento a la inteligencia humana, o si algún día se alcanzará la convergencia entre la mente humana y la artificial. En esta sección, los visitantes podrán probar la joya de la exposición: el Mutual Wave Machine, una instalación que mide el grado de empatía entre dos personas con unos cascos de electroencefalografía.