Narcís Serra afronta el juicio por los aumentos de sueldo en CatalunyaCaixa
Sin visos de pacto y con las defensas en pie de guerra, la vista se prolongará durante dos meses
Narcís Serra afronta este jueves el inicio de un largo juicio a propósito de los aumentos de sueldo cuando era presidente de CatalunyaCaixa; una vista que el exministro socialista confiaba en que no se celebrase porque, en su opinión, todas las decisiones estuvieron avaladas por los órganos de control. No piensa lo mismo la Fiscalía Anticorrupción, que ha mantenido el pulso contra Serra y otros 40 directivos de la entidad -incluido el que fue su número dos, Adolf Todó- y solicita que sea condenado a cuatro años de cárcel.
Sin acuerdo a la vista -entre otras cosas porque los acusados no aceptan que hayan hecho algo mal y, por tanto, se resisten a pactar con la fiscalía- el juicio se prolongará durante dos meses a lo largo de 28 sesiones. Este jueves arranca con las llamadas cuestiones previas, una serie de peticiones en las que, como es habitual, los abogados -y entre ellos hay algunos de los penalistas económicos de referencia- intentarán ganar el partido sin apenas saltar al terreno de juego.
A Serra -que presidió CatalunyaCaixa- y Todó -que fue su director general- les acompañan en el banquillo de los acusados otras 39 personas. Todos ellos eran miembros de los consejos de administración de la extinta caja de ahorros que en 2010 aprobaron, en dos votaciones distintas, las subidas salariales de la discordia. La entidad se encontraba entonces en una situación crítica y había recibido fondos del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), motivo por el que el fiscal considera que esas retribuciones fueron “desproporcionadas”.
Serra, Todó y compañía deberán combatir no solo a la Fiscalía, sino también al FROB, a la Confederación Intersindical de Cajas (CIC) y a los anticapitalistas de la CUP. Todos ellos ejercen la acusación en una causa en la que el exministro del PSOE tiene previsto declarar el próximo 11 de octubre. Esta semana se ha celebrado una reunión entre buena parte de los abogados de la defensa para preparar el juicio.
La tesis de las defensas es coincidente: creen que el caso debió haberse archivado tras la instrucción porque los aumentos de sueldo recibieron el aval de los organismos correspondientes, incluido el Banco de España. Los aumentos en cuestión fueron dos muy limitados: en el primer consejo se subió el sueldo variable a Todó del 35 al 50% y, en el segundo, se les aumentó en un 1,5% a los directivos.
El caso de CatalunyaCaixa, sostienen las defensas, nada tiene que ver con los escándalos que han afectado a otras cajas de ahorro como el de las tarjetas black de Caja Madrid o incluso el de Caixa Penedès, que valió la condena de cuatro directivos por sus jubilaciones millonarias.
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