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La fiscal embiste otra vez contra el criminal más famoso de Suecia

Jonas Falk, absuelto de narcotráfico, irá a juicio por blanqueo y fraude fiscal

Jesús García Bueno
Jonas Falk en el momento en que fue detenido por la policía colombiana.
Jonas Falk en el momento en que fue detenido por la policía colombiana.

  Jonas Falk es, probablemente, el criminal más famoso de Suecia. La televisión pública de ese país ha dedicado un extenso documental a su figura y a su implicación en la Operación Playa, un caso por el que iba a ser juzgado en España hace tres años. Aquella vista se anuló por unos formalismos —no se le tomó declaración con las debidas garantías— y obligó a regresar al punto de partida.

Ahora, aunque no hay fecha para el nuevo juicio, todo está listo. La Fiscalía Anticorrupción, entonces como ahora, solicita 20 años de cárcel para el hombre por invertir 5,5 millones en viviendas de lujo, discotecas y restaurantes de Cataluña para blanquear el dinero supuestamente obtenido con el tráfico de drogas. La fama de Falk en el país escandinavo se remonta a los años 90, cuando, como ladrón de bancos, protagonizó huidas de película. En una ocasión, unos motoristas irrumpieron armados en la sala donde iba a ser juzgado por varios de esos asaltos violentos y se lo llevaron. La prensa le bautizó como Billy the Kid. Los investigadores suecos —y, con ellos, los de media Europa— detectaron más tarde que Falk se había pasado al tráfico de cocaína a gran escala. Pero en lugar de emplear los tradicionales buques mercantes, se valió de un sistema más elegante y sofisticado: veleros de lujo que cruzaban el Atlántico de América a Europa.

Fue juzgado en Suecia por cuatro grandes alijos descubiertos entre 2006 y 2010. En uno de ellos, la policía encontró nueve kilos que “quedaron olvidados en el interior” del velero Gloria. El último hallazgo fue el que le costó el arresto. Los guardas apresaron, en aguas internacionales del Caribe, un cargamento con 1.391 kilos de cocaína a bordo del Solero. Falk fue arrestado en Colombia y trasladado a Suecia, donde ingresó en una celda de máxima seguridad y permaneció aislado. En esas duras condiciones fue interrogado por la causa judicial por blanqueo que, en paralelo, se le había abierto en España. Las cosas no le fueron nada bien al principio: fue condenado a 18 años de cárcel en su país por tráfico de drogas. Pero recurrió y, en 2014, ganó el caso. El tribunal sueco admitió que la ingente fortuna acumulada por Falk seguramente procedía de “actividades ilegales”, pero señalaba que existía una “duda razonable”.

Casas y discotecas

Tras la nulidad del juicio en España, y después de tomarle de nuevo declaración, la Fiscalía Anticorrupción ha vuelto a acusar a Falk por los mismos delitos. Le pide, además, idéntica pena: 20 años de cárcel por blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico y por fraude fiscal. “¿Cómo puede haber blanqueo si está probado que no hubo delito de tráfico de drogas?”, comentan fuentes de la defensa, sorprendidas de que Anticorrupción mantenga esa tesis.

La fiscalía señala que Falk “llevó a cabo otras operaciones de importación de cocaína”, aunque no concreta cuáles. Sí detalla que, a partir de 2007, se instaló en Sitges, desde donde se dedicó a “transformar el dinero sucio” e “introducirlo en el sistema legal” mediante “destrezas jurídico-societarias y contables”. Falk, según la acusación, se valió de familiares, empresarios, abogados y antiguos compinches, que también irán a juicio. Compró una vivienda (2,8 millones) e invirtió en una famosa discoteca (2,5 millones) y un restaurante. Falk se valió de “sociedades instrumentales” para camuflar su “colosal fortuna”, pero era el titular de las ganancias que generaban. De modo que, como residente en España, debió haber incluido esos ingresos en su IRPF. La fiscalía le acusa por ello de tres delitos de fraude fiscal, lo que —para el caso de que decaiga la acusación por blanqueo— puede ser la base de una sentencia condenatoria. Además de la prisión, la fiscal pide a Falk que pague una multa de 24 millones.

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Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

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