Madrid prohíbe el reparto de folletos publicitarios en la calle
La regulación es fruto de las denuncias de asociaciones de hosteleros
El Ayuntamiento de Madrid ha aprobado modificar una ordenanza para prohibir abordar a los viandantes en la calle para darles folletos publicitarios. Como ha explicado en rueda de prensa José Manuel Calvo, delegado del Área de Gobierno de Desarrollo Urbano Sostenible, la medida se adopta tras las numerosas denuncias que han recibido de Asociaciones de Hosteleros sobre esta práctica, aunque es aplicable a todos los sectores: además de locales de ocio y restaurantes, academias, inmobiliarias, compradores de oro, predicadores, etc. El concejal ha aclarado que los establecimientos podrán seguir repartiendo publicidad, pero dentro de sus negocios.
La Ordenanza de Publicidad Exterior de Madrid ya prohibía en su artículo 2.1.c el "reparto o entrega en vía pública de folletos, anuncios, pegatinas o cualquier otra clase de producto publicitario”. En ese artículo ahora se añade una excepción: que la distribución "se realice de forma controlada, y dirigida a los participantes en el marco de una acción publicitaria”, que debe haber sido previamente autorizada.
La reforma de la ordenanza incluye el apartado que a partir de ahora prohibirá “abordar a los viandantes que transitan en la vía pública ofreciendo información de un servicio, con una finalidad publicitaria", ya sea con folletos o no. El objetivo es "evitar que se produzcan molestias" a los viandantes, como ha explicado Calvo. Las infracciones serán consideradas graves y pueden ser de 751 hasta 1.500 euros.
Pantallas LED y lonas en los edificios
La iniciativa forma parte de una modificación más amplia de la Ordenanza de Publicidad Exterior que ha aprobado este jueves la junta de Gobierno municipal, que según el edil, espera "poner orden y garantizar un equilibrio en el espacio público". La normativa introduce novedades sobre la instalación de pantallas de tecnología LED en establecimientos y regula la instalación de lonas publicitarias en edificios, para "reducir su impacto".
Calvo ha explicado que la ordenanza regula "las pantallas que están dentro de los establecimientos pero dan a la calle". El Consistorio "plantea limitaciones porque estas pantallas pueden afectar al paisaje urbano" y las regula para evitar problemas de contaminación lumínica y de deslumbramiento por la noche.
En cada local solo podrá instalarse una pantalla por planta y fachada. Deberán tener sensor para bajar de intensidad con el crepúsculo y deberán apagarse a las 22.00. No podrán ir acompañadas de ningún sonido y estarán prohibidas en bienes de interés cultural (BIC) en categoría de monumento y sus entornos, en los bienes de interés patrimonial (BIP) y sus entornos, y en los conjuntos históricos.
La regulación sobre las lonas publicitarias con las que se cubren los edificios durante las obras quiere evitar que su instalación se prolongue más allá del fin de los trabajos de rehabilitación y se conviertan en una fuente de ingresos para los edificios. Las lonas que se refieran a la venta y alquiler de pisos podrán estar instaladas como máximo un año, prorrogable por otro. A partir de ahora, según ha explicado Calvo, deberán estar integradas con el entorno y se exigirá un dictamen previo de las comisiones competentes en materia de protección del patrimonio.
La ordenanza prohíbe también fijar publicidad o carteles en los árboles y se introducen las referencias a la señalización vertical, semáforos o cualquier otro elemento de regulación del tráfico.
Luz verde a la Operación Chamartín
El Ayuntamiento ha dado luz verde a la conocida como Operación Chamartín. Este jueves ha aprobado la modificación del Plan General de Ordenación Urbana que desarrolla el proyecto Madrid Nuevo Norte. Es un primerísimo paso administrativo al que le deben seguir otros muchos. No es previsible que se empiece a construir nada hasta, al menos, dentro de cinco años.
Según ha explicado Calvo, que ha celebrado el consenso que han logrado el Ministerio de Fomento, la empresa Distrito Castellana Norte y el Ayuntamiento, el documento urbanístico reduce la edificabilidad permitida. Será finalmente de 2.657.313 m2 frente a los 3.370.000 del plan de 2015, un 21 % menos.
El proyecto, el concejal Pablo Carmona describe como "poner la alfombra roja a la especulación" en un artículo muy crítico en el diario Público, prevé construir 10.500 viviendas, con un 20% de ellas protegidas (2.100 aproximadamente). El Ayuntamiento de Madrid dispondrá de unas 4.000 viviendas para desarrollar políticas públicas de vivienda.
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