Teatro con capacidades especiales
El Centro Inclusivo de Artes Múltiples arranca su actividad fomentando la integración con formación y cursos teatrales
“Teatro, danza, pintura y música desde una perspectiva inclusiva”. Esta es la declaración de intenciones del Centro Inclusivo de Artes Múltiples (CIAM), que arranca su actividad este mes en la Sala Tarambana (Dolores Armengot, 31). Se trata de un proyecto pedagógico-cultural, dirigido por el académico de artes escénicas Manu Medina y pionero en la región (existen otros tres centros en España y dos en Argentina).
El programa del centro se basa en una metodología denominada Teatro Brut: “Te incita a que saques lo mejor de ti y eso favorece la inclusión de personas que tienen necesidades especiales o que están en riesgo de exclusión social”, explica Medina. “Se trabaja con el individuo a partir de la experimentación, de sensaciones e impulsos concretos que parten, a su vez, de lo más genuino de la persona. Por eso permite trabajar de la misma forma con alumnos y alumnas que poseen diferentes capacidades”, continúa.
Medina es un experto en el área: es el autor de Teatro y… ¿Discapacidad?, volumen en el que cita “multitud de estudios que demuestran que las personas con discapacidad intelectual tienen aptitudes innatas para el arte”, cuenta, “tienen más capacidad para imbuirse en un mundo imaginario gracias a que se abandonan más fácilmente a la creación”.
En el CIAM se imparte un curso, “al que puede inscribirse cualquiera” (el plazo de inscripción permanecerá abierto hasta el 30 de septiembre). En esta formación, un equipo de profesionales con experiencia en varias disciplinas —voz, interpretación y expresión corporal— impartirán cursos específico para niños, para adultos y para monitores. “El teatro es una gran herramienta terapéutica. Muchos centros se han dado cuenta de eso por lo que se ha generado un interesante nicho de empleo”, comenta Medina que describe el proyecto como “inclusivo y con un doble enfoque: social y artístico”.
En paralelo al curso, el CIAM invita a los familiares del alumnado a que participen en las actividades del centro: “Es muy duro para una familia ver que su hijo o hija no tiene las mismas oportunidades que el resto”, explica Medina, “te sientes muy solo, por eso queremos animarles a participar y que sepan que están acompañados”.
Una familia disfuncional
Este proyecto surge con el apoyo de la compañía de teatro Tarambana, que lleva desde 1999 fomentando la inclusión social en sus proyectos. La sala, con el mismo nombre, acoge desde hace tres años el Festival Visibles, muestra que promueve el papel de las artes escénicas como vehículo de integración y vertebración social.
Esta temporada estrenan Tullidos (a partir del 11 de octubre), un retrato sobre la violencia física y psicológica alrededor de una familia disfuncional anclada en las mentiras. La obra, escrita y dirigida por Medina, sintetiza las tesis del Teatro Brut: uno de sus protagonistas, Eduart Mediterrani, padece una discapacidad visual del 75%. “Manu te permite aportar cosas al personaje, adaptarlo a ti, sentirlo más tuyo”, cuenta Mediterrani, quien interpreta a un chico con discapacidades no solo físicas, sino también psíquicas. “Me interesa que ellos mismos den forma a los personajes, partiendo de las capacidades de cada uno. Así se acentúan más los matices”, añade el dramaturgo de la obra.
Cristo Barbuzano, Eva Bedmar y Javier Crespo forman el resto del elenco de Tullidos. “Es una obra para un público valiente porque genera incomodidad. Todos los que decidan venir a verla se adentrará en una aventura cargada de emociones que no deja indiferente a nadie”, agrega Mediterrani.
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