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Un vertido de arcilla amenaza el río Garona en el Vall d’Aran

El Gobierno local alerta de una “grave afectación ecológica” que se mantiene sin solución desde hace tres semanas

Cristian Segura
Vertido de arcilla en el Garona.
Vertido de arcilla en el Garona.Conselh Generau d’Aran

Un vertido de arcilla, ininterrumpido desde hace tres semanas, está poniendo en riesgo el equilibrio ecológico del río Garona en su recorrido inicial en el Vall d’Aran (Lleida). Así lo advierte el Conselh Generau d’Aran, el Gobierno local, que ha pedido medidas urgentes a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).

La longitud de río afectada supera los 30 kilómetros, des del municipio de Arties hasta la frontera con Francia, donde una presa detiene los sedimentos, según informa el gobierno aranés. El vertido es consecuencia de dos desprendimientos de tierra en uno de los afluentes del Garona, el río Valarties.

Los expertos de la zona han mostrado su preocupación por la afectación que puede suponer a la fauna y flora de la zona este vertido.

El primer desprendimiento de tierra que precipitó el inicio del vertido de arcilla se produjo el pasado mes de mayo y arrasó con 120 metros de bosque, sobrepasando el río; el segundo desprendimiento, según explica el Conselh, se produjo en agosto en esa misma área y provocó la aparición de una fuente subterránea de agua, que es la que vierte constantemente sedimentos al río. El Conselh emitió un comunicado el pasado lunes en el que tildaba la situación como “una grave afectación ecológica para el Garona y su fauna”.

“Inquietud ciudadana”

Amador Marqués, alcalde de Bossòst, afirma que la alteración en el río ha generado “inquietud ciudadana”: “Los vecinos preguntan por qué el río lleva tantas semanas bajando tan sucio”. Marqués asegura desconocer el origen del problema y dice que el gobierno aranés no les ha informado. Juan Antonio Serrano, alcalde de Viella, apunta que el Conselh Generau d'Aran tampoco les ha informado pese a que el síndico, Carlos Barrera, explica que el Mig Aran –la demarcación donde se ubica Viella– es la zona más perjudicada. Serrano avisa que las aguas del Garona están en “muy malas condiciones” y da por hecho que si la situación se mantiene, puede afectar al ecosistema del río. Serrano critica al Conselh “por no actuar de inmediato en un ámbito en el que tiene las competencias para hacerlo”.

El síndico de Arán, Carlos Barrera, asegura que el principal problema es que el lecho del río se está cubriendo cada vez de una capa más gruesa de arcilla, y que esta arcilla está saturando las cavidades que utilizan los peces. Barrera destaca que las especies más amenazadas son las truchas y el cavilat, un pez endémico de la vertiente norte de los Pirineos y en peligro de extinción. El Conselh no ha detectado por el momento mortalidad en la fauna y flora del Garona.

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El lugar donde se produce el vertido es rico en roca arcillosa. Expertos de la CHE tenían previsto inspeccionar la zona esta semana. El Conselh informó que también les acompañarían técnicos de la empresa de obras públicas Tracsa para estudiar las obras de urgencia que deben acometerse. Barrera cree que los trabajos serán de gran complejidad por la extensión de la zona afectada. La CHE comenta en una respuesta escrita a EL PAÍS que es temprano para determinar las dimensiones del problema, aunque ya han realizado análisis para confirmar que los sedimentos que llegan al río no son tóxicos —hay una cementera colindante a la zona del desprendimiento—.

Núria Valls es experta de la Asociación de Defensa y Estudio de la Fauna y Flora Autóctona (ADEFFA), entidad que colabora con el Conselh para la reproducción del cavilat. Valls confirma que la acumulación de sedimentos es una amenaza para estos peces, “no solo porque pueden quedar taponados sus escondrijos, sino también porque podrían dejar de tener acceso a los macroinvertebrados de los que se alimentan si quedan sepultados bajo la arcilla”. Valls recuerda que la población del cavilat se redujo durante las graves inundaciones que afectaron al Vall d’Aran en 2013. “Pero un vertido constante puede ser peor, porque una inundación se acaba, mientras que lo que está sucediendo ahora no permite la recuperación del río”, alerta Valls. Investigadores del proyecto Life Limno+Pirineus de conservación del cavilat, del centro CEAB-CSIC, corroboran que la situación “afectará seguro” a esta especie, sobre todo porque los juveniles nacieron en junio y son especialmente vulnerables, aunque no pueden precisar en qué medida porque todavía no han realizado estudios de campo. Los expertos del CEAB también advierten de que el vertido continuará durante un tiempo indeterminado porque las obras serán complejas.

Tanto Barrera como el alcalde de Viella, Juan Antonio Serrano, y el alcalde de Bossòst, Amador Marqués, coinciden en que no tienen constancia de ningún caso similar en el pasado. La CHE añade que “una posibilidad es que una disminución del caudal del río haya hecho más evidentes los efectos de la arcilla”.

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Sobre la firma

Cristian Segura
Escribe en EL PAÍS desde 2014. Licenciado en Periodismo y diplomado en Filosofía, ha ejercido su profesión desde 1998. Fue corresponsal del diario 'Avui' en Berlín y en Pekín. Desde 2022 cubre la guerra en Ucrania como enviado especial. Es autor de tres libros de no ficción y de dos novelas. En 2011 recibió el premio Josep Pla de narrativa.

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