El centro nocturno de apoyo a la policía, al borde del cierre
El servicio sufre cierres parciales porque el Ayuntamiento no cubre las bajas y el PSOE recuerda que entre los atendidos hay víctimas de violencia de género
El centro nocturno municipal que presta servicio a la policía para atender a personas que precisan partes de lesiones lleva semanas cerrando lunes, martes y miércoles por falta de personal. El Ayuntamiento de Madrid, su responsable, alega dificultades para sustituir a los médicos que se han jubilado y plantea su cierre en 2019. El PSOE reivindica el servicio y recuerda que entre los atendidos hay víctimas de violencia machista.
El Centro de Apoyo a la Seguridad (CAS) se abrió hace 15 años para facilitar a los agentes de policía (municipal y nacional) partes de lesiones o pruebas de alcoholemia de forma rápida. Su horario es nocturno de lunes a viernes, y de 24 horas los fines de semana. Las fuerzas de seguridad acuden a él para que los médicos atiendan a varios tipos de personas: "Desde detenidos por reyertas nocturnas, hasta mujeres víctimas de violencia de género, que necesitan un parte de lesiones para denunciar a su agresor en la comisaría", explica un trabajador del CAS.
El centro es gestionado por Madrid Salud, organismo municipal que está bajo el control del concejal Javier Barbero (Ahora Madrid). Madrid Salud dice tener dificultades para ampliar su plantilla por el corsé que impone al Ayuntamiento la Ley de Estabilidad. De manera que en estos años no ha reemplazado a los trabajadores —en total, hay una veintena, entre médicos y enfermeros— que por jubilaciones o bajas de larga duración han dejado vacíos sus puestos.
La situación ahora es tan crítica que el centro se ha visto obligado a permanecer cerrado tres días a la semana. Eso obliga a los policías a llevar a las urgencias de los hospitales a las personas que, tras una detención y por sufrir heridas, necesitan un parte médico, lo que dificulta su trabajo.
Así lo resume un empleado del centro nocturno que prefiere mantener el anonimato: "En el CAS ofrecemos partes en 15 minutos, mientras que en urgencias los agentes pueden esperar hasta tres horas para que los médicos atiendan a las personas que llevan allí. Son pacientes con problemas de alcohol o drogas, además de heridos y mujeres maltratadas. En el CAS, por ejemplo, han llegado con sus hijos mujeres que se habían escapado de noche de su casa tras sufrir violencia".
Ignacio Benito, edil del PSOE, reprocha al gobierno de Ahora Madrid no haber entendido la importancia de la instalación: "Es inaceptable que un servicio de este tipo, que es tan útil para las víctimas de violencia de género y también para garantizar una mayor presencia policial en nuestras calles, no siga existiendo". Gracias a la rapidez con que se prestaba el servicio, recuerda Benito, los policías estaban antes en la calle.
El Ayuntamiento reconoce la dificultad de cubrir las bajas y culpa de la situación a la Ley de Estabilidad, que espera que el Gobierno de Pedro Sánchez modifique. Aun así, este servicio no es considerado prioritario por el Consistorio, como reconoció en una comisión municipal celebrada en julio Antonio Prieto, responsable de Madrid Salud.
Hasta ahora, el Ayuntamiento ha cubierto las bajas con servicios extraordinarios, pero contempla un posible cierre de la instalación: "Esa situación se va a mantener por el momento con el personal que existe. Madrid Salud trabaja en coordinación con la Dirección General de Planificación Interna para encontrar una solución a esta situación que, solo de persistir, conllevaría al cierre definitivo", declaró una portavoz municipal.
El socialista Benito, sin embargo, cree que el gobierno local se equivoca. Afirma que la Delegación del Gobierno de Madrid, dirigida por el socialista José Manuel Rodríguez Uribes, se ha interesado en el asunto. Pero lamenta la falta de información del Consistorio sobre un servicio que considera esencial: "Nos consta que la Delegación no tiene ninguna comunicación del Ayuntamiento. Esto nos demuestra lo alejado que está el gobierno municipal de problemas tan serios como el cierre de este centro".
"Nos dicen que el servicio no es una prioridad"
Los trabajadores del CAS sostienen que técnicos municipales les han informado del posible cierre de la instalación. "Nos han dicho que el servicio no es una prioridad y que estaremos así [cerrando tres días a la semana] hasta diciembre", dice uno de ellos.
En opinión de algunos trabajadores, las razones del cierre son más ideológicas que técnicas. "Lo que le interesa ahora al Ayuntamiento es la salud comunitaria. Es decir, que los médicos vayan por la calle a decir a los vecinos que no están solos, dentro de programas en los que también están empresas privadas", dice un empleado.
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