Las matrículas en los cursos de inglés de las universidades caen un 27%
El desinterés choca con la nueva exigencia de dominar un idioma para poder licenciarse
El interés de los jóvenes por estudiar inglés en las universidades ha caído en picado. Los servicios de lenguas extranjeras de los centros catalanes han detectado con inquietud que en cuatro años las matriculaciones en los cursos de inglés han sufrido una caída del 27%. La misma turbación se extiende a las escuelas oficiales de idiomas. El descenso de las inscripciones choca con la exigencia a los universitarios a poseer un buen nivel de idiomas si quieren graduarse.
El pleno del Parlament aprobó en mayo una moratoria por la que los estudiantes universitarios catalanes tendrán cuatro años de tiempo extrapara presentar un certificado B2 de conocimiento de una lengua extranjera. Con esta aprobación se modifica la exigencia que obligaba a los alumnos matriculados en el curso 2014-2015 a acreditar un nivel óptimo de idiomas para poder graduarse. El requisito fue introducido por el exconsejero de Economía Andreu Mas-Colell y nunca estuvo exento de controversia porque los estudiantes debían buscarse la vida para lograr un nivel de inglés equivalente al First Certificate. Se calcula que uno de cada cuatro licenciados no hubiera podido acreditar el nivel este curso, así que no habría podido obtener el titulo.
En los últomos años el más demandado ha sido el inglés, y lo sigue siendo, pero también es el que ha registrado una mayor caída de matriculaciones. En cuatro años —desde el curso 2013-2014 al 2016-2017—, ha habido un descenso de las inscripciones del 27%, de 14.847 alumnos se pasó a 10.810.
Joan Melcion, director del servicio de lenguas de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), apunta que la mengua del interés por este tipo de oferta académica es un “dato relevante”. En este campos las matriculaciones en todos los cursos de idiomas extranjeros ha caído un 15,6%, pero en el caso del inglés aún es más acusada: un 22%. “Los jóvenes buscan una formación que los centros convencionales no ofrecen”, señala Melcion, que también habla del desapego por las sesiones con horarios programados, menos atractivas para los alumnos que el aprendizaje anárquico y virtual que ofrece internet.
Sònia Prats, jefa de estudios del servicio de lenguas de la UAB, asegura que las solicitudes para presentarse a los exámenes que dan acceso a una titulación oficial. “Pero una cosa son los exámenes y otra el aprendizaje”, apunta. Y añade que a los universitarios les seducen otras posibilidades, lejos de las aulas: “Se buscan la vida, con lo que les cuesta un curso cogen un vuelo low cost y se van tres semanas a Manchester”, señala.
En la EOI Barcelona Drassanes, la más grande de Cataluña, también han notado el descenso. “Con la crisis había mucha demanda, es verdad que ahora no vivimos ningún boom”, admite su directora, Joana Álvarez Verger. Manuela Rubio, secretaria del centro, apostilla que en los últimos tres años se ha registrado un descenso de las preinscripciones pero matiza que las plazas que quedan vacantes corresponden a “horarios poco demandados”.
Un modelo cambiante
El British Council es un organismo público que promueve el aprendizaje del inglés y de la cultura anglosajona lejos de las Islas Británicas. Ha redactado un informe para evaluar la evolución de los estudios de inglés en varios países europeos más allá del año 2025. El trabajo de investigación del British Council trata de aclarar las causas del progresivo desinterés por el idioma con más pretensiones de universalidad. El informe desgrana que, a parte de la inercia demográfica, cada vez menos población joven, merece tener en cuenta que los universitarios salen del instituto con un mejor nivel de inglés que antaño, con lo que sus necesidades formativas disminuyen. Además, el clásico modelo alumno-aula-profesor-horario ya no encaja en las necesidades de aquellos que quieren mejorar su nivel de inglés y se buscan opciones que den más flexibilidad así como cursos que profundicen en conocimientos técnicos específicos.
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