Casi 4.000 abuelos de Barcelona esperan plaza en una residencia
"Se ha desatendido este servicio y los datos son alarmantes”, asegura el Ayuntamiento
Casi 4.000 personas mayores de Barcelona están en su casa a la espera de una plaza en una residencia. Y, visto en envejecimiento de la población de la ciudad y la falta de plazas, la cifra seguirá creciendo. Es una de las llamativas revelaciones de un informe realizado por el Ayuntamiento que viene a ser un reproche a la Generalitat, que tiene la competencia, por la falta de inversión en residencias en la ciudad. El estudio recuerda que de las diez residencias que el Gobierno se comprometió a construir, solo se han hecho cuatro. “Es un informe para que salten las alarmas”, afirmó ayer la teniente de alcalde de Derechos Sociales, Laia Ortiz.
Ortiz consideró que la inversión en residencias públicas “ha salido de las prioridades políticas de la Generalitat y también del gobierno español, se ha desatendido este servicio y se han menospreciado datos que son alarmantes”. La concejal apuntó que igual que el Ayuntamiento reprocha al Gobierno catalán la falta de inversión en guarderías o en vivienda, se fija ahora en las residencias, porque la falta de plazas también “vulnera derechos”, en este caso, “de las personas mayores y sus cuidadores”.
La atención a mayores en la ciudad
Mayores de 65 años: 349.433
Plazas en residencias: 13.000 (un 30% de gestión pública, el resto concertadas o privadas)
Plazas por cada 100 mayores: 1,5 (2,5 en Cataluña)
Residencias prometidas por la Generalitat: 10 y solo 4 construidas (genera un ahorro anual de 28 millones al Govern)
Mayores de Barcelona que esperan en su casa plaza en residencia: 3.942
Gasto municipal anual en atender a personas que deberían estar en una residencia: 18 millones
Además de las casi 4.000 personas (3.942) que esperan plaza en su casa hay otras 4.000 que ya están en una residencia, pero también en una lista de espera para cambiar de centro.
La Generalitat avisa de que la solución no es solo "construir residencias"
El informe municipal cifra el déficit de inversión de la Generalitat en residencias públicas en 2.780 plazas y en 28 millones de euros de gasto anual sobre los objetivos que se fijó en la programación 2008-2012. En cambio, asegura, al Ayuntamiento le supone un sobrecoste de 18 millones de euros anuales: los que gasta sumando el servicio de atención domiciliaria (el SAD, 11 millones) y el de atención de urgencias en la vejez (SAUV, 7).
La teniente de alcalde reprochó además que la última planificación de la Generalitat no considera la ciudad de Barcelona como una zona independiente: “la planificación ha olvidado la proximidad al domicilio, que es importantísima para los mayores y sus cuidadores”. Y aseguró que se está enviando “a la otra punta de Cataluña a mayores de Barcelona” y que a la ciudad llegan ancianos de otros municipios.
En Barcelona hay casi 350.000 personas de más de 65 años, el 21,5% de la población y las proyecciones demográficas apuntan a un aumento, de forma que en 2030 el 8,3% de la población tendrá entre 75 y 79 años. Frente a estos datos, y aunque el consistorio es partidario de que los mayores “estén en casa tanto como puedan, la oferta es insuficiente y falla en las personas dependientes, llegamos tarde”, afirmó Ortiz.
Actualmente en la ciudad hay 13.051 plazas en residencias. De éstas, solo el 30% son completamente públicas. El resto son o bien concertadas o están en centros privados que reciben ayudas. Y el 12% son completamente de titularidad privada. Si se cruzan los mayores y las residencias, resulta que la ratio de cobertura de Barcelona (las plazas por cada 100 personas mayores de 65 años) es del 1,5, muy por debajo de la del global de Cataluña, que es del 2,5.
En la capital catalana, las listas de espera indican también que el déficit de plazas va por barrios. Así, los distritos que concentran más solicitudes en relación a su población mayor son los de Horta-Guinardó, Sant Martí y Sants-Montjuïc.
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