Barcelona ha atendido de enero a mayo a 3.500 solicitantes de asilo

Por primera vez en la historia, el centro municipal que se abre en Barcelona para personas sin techoen invierno cuando las temperaturas bajan de cero grados está abierto a finales de primavera. El Ayuntamiento lo ha cedido a Cruz Roja para atender a inmigrantes que están llegando en autobús desde el sur de España. El goteo es constante y crece.

Entre enero y mayo, el SAIER (el servicio de atención a Inmigrantes, Emigrantes y Refugiados) ha atendido a 3.589 potenciales solicitantes de asilo, cuando en todo el año 2017 atendió a 4.400. Son solicitantes no reconocidos por el Estado, asegura el Ayuntamiento, que estima que cerrará el año 2018 a un total de 8.248.

La alcaldesa Ada Colau alertó ayer de que independientemente de si acaban en Barcelona algunos de los migrantes rechazados por el gobierno italiano que han atracado en Valencia, “las cámaras no enfocan a las personas que llegan a la frontera sur con pateras”. El pasado fin de semana pasado llegaron a Andalucía 1.300 personas, explica el coordinador de Cruz Roja en Cataluña, Enric Morist, y de estas han llegado un centenar de personas en autocares en la estación del Nord.

“Ni nos han avisado”, lamentó la alcaldesa, que explicó que están siendo atendidos por Cruz Roja en dos equipamientos municipales. Colau reprochó al Gobierno español que solo reconozca “a una pequeña parte” de los solicitantes de asilo. “Las ciudades estamos dispuestas a atenderles pero queremos hacerlo bien”, dijo y recordó que Barcelona destina seis millones de euros anuales a atender a refugiados.