Catalunya registra 2.207 demandas de asilo hasta mayo

Catalunya ha registrado 2.207 demandas de asilo hasta mayo y prevé duplicar las 3.925 solicitudes de 2017 con un total de 6.000 peticiones a finales de año, según ha explicado el secretario de Igualdad, Migraciones y Ciudadanía de la Generalitat, Oriol Amorós, en una entrevista. Amorós ha detallado que las solicitudes de asilo no han hecho más que aumentar en los últimos años, especialmente desde 2015 y 2016, cuando se registraron 1.302 y 1.834 peticiones respectivamente, y ha atribuido la tendencia al alza a tres crisis migratorias que se sobreponen.

“Hay una crisis en el refugio, en la llegada de jóvenes migrantes no acompañados y en la frontera sur”, por la que ha recordado que este año han pasado 11.000 personas, y 40.000 más esperan por cruzar. Respecto a las causas de las migraciones, Amorós ha indicado que mayoritariamente se deben a la huida de conflictos bélicos en Africa, pero también a la inseguridad de algunos países de Latinoamérica, y ha especificado que venezolanos, ucranianos, hondureños y colombianos encabezan las peticiones de asilo en Catalunya. En relación con la acogida, Amorós se ha mostrado satisfecho con la consolidación del programa catalán de mentores de refugiados, que actualmente cuenta con 330 voluntarios emparejados con 210 demandantes de asilo, y tiene un total de 2.740 voluntarios, más de la mitad formados y a la espera de atender refugiados.

Sobre el efecto del artículo 155 en el programa, ha declarado que ha retrasado ocho semanas algunos trámites, y que ha impedido renovar las contrataciones a los técnicos externos de apoyo a los mentores, pero que finalmente han conseguido mantenerlos hasta mayo. Ha anunciado también que a partir de este junio personal de la Generalitat asumirá parte de estas funciones a la espera de una nueva contratación en septiembre y “para no dejar solos a los mentores”. Una de las entidades colaboradoras, la Comisión Catalana de Ayuda al Refugiado (CCAR), tuvo que paralizar su participación en enero por falta de financiación, pero rápidamente la retomó, según su responsable de incidencia, Pascale Coissard.