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Los Mossos piden a Buch quedar al margen del debate político

Los sindicatos y mandos exigen al nuevo consejero que el 'procés' no les salpique

Rebeca Carranco
El consejero de Interior, Miquel Buch, tomando posesión del cargo.
El consejero de Interior, Miquel Buch, tomando posesión del cargo.Albert Garcia

Los sindicatos de los Mossos se han puesto de acuerdo. Ante la llegada del nuevo consejero del Interior, Miquel Buch, todos exigen lo mismo: quedar fuera de debate político. “Es casi lo único que le pedimos”, dice el portavoz del Sindicat de Policies de Catalunya (SPC), David Miquel. Algunos mandos advierten que las consecuencias del procés en la policía catalana, gravemente desprestigiada y envuelta en procesos judiciales, les ha cambiado, y que no callarán ante una nueva instrumentalización.

Uno de los síntomas del efecto que ha tenido el desgaste y la crítica hacia los Mossos fue la reacción de algunos mandos al ver que su jefe, el comisario Ferran López, no había sido invitado el sábado a la toma de posesión de los consejeros del nuevo Govern, entre ellos el de Interior. “Se ha vetado al jefe del cuerpo y con él a todos nosotros”, lamentaron, y avisaron de que ya no iban a asistir callados a la utilización partidista del cuerpo.

Los Mossos son probablemente los funcionarios que más han sufrido las consecuencias de los actos de los políticos durante el procés. Quien fuese su jefe, el mayor Josep Lluís Trapero, está imputado por sedición y organización criminal. Y un centenar de agentes están investigados por su actuación durante el referéndum ilegalizado del 1 de octubre. Fuentes policiales culpan a los anteriores políticos de utilizarles y ser ambiguos públicamente con su papel en el procés. “Nos decían que estuviésemos tranquilos, que no iba con nosotros, que era todo político, y mira”, lamentan fuentes del cuerpo.

Los Mossos son vistos con desconfianza por jueces y fiscales, sus relaciones con otros cuerpos se han visto severamente perjudicadas y en su seno persiste cierta división. Por eso no es raro que todos los sindicatos centren sus esfuerzos en pedir a los políticos que les dejen al margen. “Los últimos meses todos debíamos haber extraído conclusiones muy claras de cuál es el papel de una policía en una sociedad democrática y que la conclusión principal es de neutralidad y exquisito respeto a la ley”, afirma el portavoz de Fepol, Valentín Anadón, el sindicato mayoritario en Mossos.

A partir de ahora, los Mossos serán dirigidos por Miquel Buch, un consejero con una inequívoca convicción independentista, que se apoyará en el secretario general Brauli Duart, que deja la presidencia de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales. El sábado el comité de empresa de TV3 celebró su salida, y lo tachó del “peor presidente de la historia” de la Corporación. Duart, que ya fue secretario general de Mossos en 2001 con el exconsejero Xavier Pomés, ha sido acusado de falta de imparcialidad al frente de la Corporación.

“Ya hemos visto la experiencia vivida, al nuevo consejero le pedimos que sea absolutamente exquisito en dejar al cuerpo a parte de cualquier utilización política”, se suma Toni Castejón, portavoz del SME. “Que no haga política con el cuerpo y que luche por mejorar las condiciones laborales y recuperar el prestigio de la institución”, añade Josep Miquel Milagros, de USPAC. El sindicato ya le ha hecho llegar una carta a Buch con sus demandas. La secretaria general del CAT pide poner un poco de seny: “Los Mossos deberían haber quedado siempre al margen del conflicto. Pero no solo los Mossos, también la Policía Nacional y la Guardia Civil. Los dos Gobiernos nos han puesto en la picota”.

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La incógnita del futuro comisario jefe

El nombramiento del nuevo jefe de los Mossos es la primera decisión delicada que deberá tomar el consejero de Interior. Convertido en un puesto de alto riesgo, Miquel Buch deberá decidir si mantiene al comisario Ferran López, elegido por el Ministerio del Interior para sustituir al mayor Josep Lluis Trapero; si convence a Trapero de que regrese, algo improbable por su situación judicial, imputado por sedición y organización criminal; o si elige a otro comisario.

Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.

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