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Hallado el cadáver momificado de una anciana en Valencia a la que nadie echó en falta durante cuatro años

Un vecino descubrió el cuerpo de la septuagenaria mientras limpiaba el patio de su casa

Ignacio Zafra
Vivienda de la calle Benlliure, en el barrio del Cabanyal de Valencia, donde se ha hallado el cadáver.
Vivienda de la calle Benlliure, en el barrio del Cabanyal de Valencia, donde se ha hallado el cadáver.GOOGLE MAPS

La policía ha encontrado en el barrio del Cabanyal de Valencia el cadáver momificado de María Amparo Plaza, una septuagenaria que murió hace unos cuatro años en su casa, aparentemente de forma natural, y a la que nadie había echado en falta. Plaza, según sus vecinas, vivía sola y socialmente aislada.

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Una portavoz de la Policía Nacional ha indicado que el aviso lo dio este lunes por la tarde un vecino que salió a limpiar el deslunado —el pequeño patio interior que sirve para iluminar y ventilar las casas en los barrios marítimos valencianos— de su vivienda y vio que en el inmueble contiguo había ropa tendida que parecía llevar años colgada. Cuando se fijó mejor, observó también unas piernas tumbadas en el suelo a través de la ventana de la cocina.

El vecino llamó al teléfono de Emergencias 112 que, a su vez, informó a la policía local y a los bomberos, los cuales entraron en la vivienda y confirmaron la presencia en la cocina del cuerpo momificado. Las ventanas y las puertas estaban cerradas, lo cual puede haber contribuido a que el cadáver se secara sin entrar en el habitual proceso de putrefacción.

Los agentes de la Policía Nacional que se han hecho cargo de la investigación no apreciaron en una primera inspección signos de violencia ni en el cuerpo de la mujer, cuya documentación refleja que nació en 1940 en Valencia, ni en el domicilio.

Tampoco reseñaron en el atestado que hubiera un fuerte olor, una de las vías por las que los vecinos detectan los casos en los que una persona muere sola en una vivienda sin allegados que lo adviertan.

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La policía ha tratado sin éxito de localizar a algún familiar de la mujer. Los vecinos entrevistados por los agentes han declarado que hace unos cuatro años que no la veían, y que pensaron que ya no vivía allí.

María Rosa Quirante, de 43 años, empleada del hogar y vecina de la misma calle, afirma que Plaza solía llevar el pelo largo y un tipo de ropa ancha que describe como “hippie”. “Yo vivo aquí desde hace 16 años, y cuando llegué la señora ya vivía enfrente. La veía a veces por la calle, la última vez debió ser hace cuatro o cinco años, pero pensaba que se había mudado”, afirma.

“Salía muy poco. Y tampoco hemos visto nunca que vinieran a verla. Tenía las ventanas cerradas y desde casa nunca oíamos ruidos, ni la tele. Decían que era argentina, pero ella era de aquí. Lo que pasa es que estuvo viviendo muchos años en Argentina”, afirma una vecina de la calle Escalante, paralela a Benlliure, cuya ventana de la cocina, en el primer piso del edificio, daba a la cocina de la anciana fallecida, situada al otro lado de un estrecho patio.

"En cuanto hay una puerta rota, ocupan la casa"

La joven, que rehúsa dar su nombre, asegura que cuando el vecino de su edificio descubrió el cadáver y la policía y los bomberos llegaron, ella fue a ver al administrador de la finca, que vive en el barrio, para buscar las llaves de la casa de la anciana y evitar que tuvieran que forzar la puerta de la calle de la vivienda. "Aquí, en cuanto hay una puerta rota y una casa vacía, entran en la casa y la ocupan", dice.

La vivienda de la fallecida se encuentra cerca de la zona más degradada del Cabanyal, en la que abundan las viviendas que fueron expropiadas por el Ayuntamiento en la época del anterior gobierno local, del PP, que tenía el plan de tirar abajo más de un millar de casas para abrir una gran avenida que llegara hasta el mar. Parte de esos inmuebles de una altura fueron ocupados y algunos, transformados en puntos de venta de droga que siguen funcionando. Otros permanecen tapiados por sus propietarios, completando una atmósfera de desolación urbana.

El diario Levante-EMV, que ha adelantado este martes la noticia, señala que la mujer era inquilina del inmueble y, al parecer, tenía domiciliados en su cuenta bancaria tanto el ingreso de la pensión como el pago del alquiler, que ha continuado haciéndose estos años de forma automática.

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Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

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