Conciencia social en el Teatre Lliure

“El teatro es un espejo que refleja la sociedad”, explica el director del Teatre Lliure, Lluís Pasqual, que se vale de esta metáfora para introducir NOSaltres, la muestra de teatro inclusivo que gira en torno a la discriminación y la desigualdad social por razones de género, orientación sexual, discapacidad, origen y pobreza. De lo que se trata es de mostrar una “sociedad polarizada, hecha de muchas minorías” a través de cuatro espectáculos teatrales que se complementan con exposiciones fotográficas, proyecciones cinematográficas, dispositivos digitales y coloquios. Las propuestas se podrán ver desde hoy al 22 de junio, tanto en los espacios de Montjuïc como en los de Gràcia.

Cada espectáculo se centra en representar una minoría para crear en el teatro “un espacio de reflexión”, en palabras del coordinador del ciclo, Iban Beltran, y poner en escena a personas sin techo, refugiadas, con diversidad funcional y sexual. Este último colectivo es el protagonista de la obra Trans (més enllà), dirigida por Didier Ruiz, que tiene por objetivo dar voz a las personas con una identidad sexual diferente a la de nacimiento. La propuesta reúne a siete personas que representan “la variedad” y se alejan de “clichés y de fantasmas de la noche”. “Yo mismo he cambiado gracias a ellos, me han ayudado a alargar mi mirada y mi corazón”, expresa Ruiz, para quien el papel del teatro ha de ser “transmitir” estas mismas sensaciones a los espectadores y hablar de “la capacidad de aceptar al otro”.

Escenas de cine

La dramaturga y psicóloga Clàudia Cedó trabaja desde hace años con la entidad Escenaris Especials, un proyecto que hace teatro con personas con discapacidad y trastornos mentales. Junto a alguno de estos actores ha creado Cinema, una reinterpretación de escenas míticas del cine (desde ET, hasta Casablanca, pasando por Alien), que sirven como punto de partida para abordar temas que son tabú para este colectivo como el sexo, la muerte o la maternidad. “Lo que hacemos no es hablar de discapacidad o autismo”, señala Cedó, “la integración” es ofrecerles “un espacio de expresividad personal y artística donde puedan hablar de los temas que a ellos les interesen, ya sea la propia experiencia o cualquier otra cosa”.

Històries d’Istanbul, a contra peu es “el reflejo de una ciudad y una sociedad poliédricas”, afirma su director, Joan Arqué. A partir de una ciudad que hace de bisagra entre continentes y culturas, la función retrata la realidad de doce personajes totalmente opuestos: creyentes y laicos, viejos y jóvenes o conservadores y progresistas. Las contradicciones están servidas en un contexto que bascula entre la modernidad y la tradición y, en definitiva, entre dos concepciones antagónicas del mundo.

El ciclo lo cierra Sis personatges – Homenatge a Tomás Giner, la obra de Juan Carlos Martel protagonizada por personas de Arrels Fundació que han pasado por la experiencia de vivir en la calle. Tomás Giner no existe “aunque para nosotros es muy real”, dice el autor. A partir de historias verídicas de los seis protagonistas, Martel ha creado una biografía falsa, porque esta ficción no quiere presentar una vivencia en concreto, ha expresado, sino hablar de “cómo una sociedad hace que algunas personas terminen viviendo en la calle”.