El PSOE acusa a Ahora Madrid de no tener cerradas aún las cuentas de 2018

Tras cuatro meses de prórroga presupuestaria, Ahora Madrid y el PSOE, su socio de investidura, se responsabilizan mutuamente de la situación de bloqueo. Para que las cuentas de 2018 salgan adelante, es necesario que ambas formaciones alcancen un acuerdo en el pleno. Sin embargo, el PSOE acusa al ejecutivo de Manuela Carmena de no tener todavía un documento definitivo. Fuentes del partido liderado por Purificación Causapié aseguran que Ahora Madrid todavía no les ha proporcionado un texto sobre el cual negociar.

"La situación está bloqueada, y la responsabilidad recae únicamente en el gobierno municipal y en sus divisiones internas", mantiene el grupo socialista. La facción más radical del ejecutivo de Carmena se niega, de hecho, a asumir los recortes del año pasado y, por tanto, rechaza la redacción de nuevas cuentas. En su lugar, plantea una prórroga que permita aprovechar los fondos del remanente de tesorería (700 millones) para acometer un paquete de inversiones urgente de cara a las elecciones de 2019, y todo apunta que su plan se está cumpliendo.

Ya han pasado cuatro meses sin que Madrid tenga un presupuesto para este año. Y si bien Carmena afirmó en febrero que su ejecutivo está unido en cuanto a su estrategia presupuestaria, el exdelegado de Economía, Carlos Sánchez Mato, desmintió en sendas declaraciones la existencia de esa concordia. Aun así, este miércoles Castaño volvió a hablar de "unidad" y remarcó: "Nosotros no tenemos mayoría absoluta en el pleno, y [el nuevo presupuesto] depende de que el PSOE nos apoye" para sacarlo adelante.

La portavoz del PSOE, Causapié, contestó al edil: "La responsabilidad de tener presupuestos es siempre del gobierno, que debe ser capaz de presentarlos y negociarlos con otros grupos si no tiene mayoría absoluta". Y añadió: "Que la ciudad de Madrid no tenga presupuestos hoy es responsabilidad exclusiva del gobierno de Ahora Madrid, que todavía no ha presentado su propuesta definitiva a los madrileños, tras las dificultades que entendemos tiene para hacerlos, después de aprobar, junto al PP, el Plan Económico Financiero que limita el gasto público".

El bloqueo determina que, por primera vez en democracia, Madrid tenga unas cuentas prorrogadas. Esta situación, según García Castaño, no impide llevar a cabo las inversiones que sean necesarias, aunque resulte más farragoso recaudar fondos, modificar partidas (moldeadas sobre el año anterior) y cumplir con los plazos esperados. "Políticamente no es lo mismo tener un nuevo presupuesto o no tenerlo", admitió este miércoles Castaño, pero incidió en que la gestión de las cuentas "se está cumpliendo a buen ritmo".

Debido a esta situación, el pleno tuvo este miércoles que aprobar una maniobra que permita reinvertir los fondos del remanente del año pasado. La iniciativa fue respaldada por los socialistas, pero no por el PP y Ciudadanos, que consideran que la operación es dudosa desde el punto de vista legal.

El portavoz del grupo municipal del PP, José Luis Martínez-Almeida, declaró: "El problema [para Ahora Madrid] no va a venir del PSOE, que va a seguir ejerciendo de costalero hasta el final. El verdadero problema de Carmena es que no puede controlar a su equipo de gobierno". Por su parte, la portavoz de Ciudadanos, Begoña Villacís, dijo que la maniobra de este miércoles es la muestra de que Ahora Madrid no tiene una "hoja de ruta". Y acusó al PSOE de estar "ausente" en el debate.

Tras la intervención de las cuentas por el Ministerio de Hacienda en 2017, Ahora Madrid sufrió una herida interna que, en opinión de los socialistas, no ha cicatrizado. El gobierno actúa a contrarreloj para acometer las inversiones estancadas —en 2017 solo ejecutó el 33% del total de partidas previstas—, pero el malestar de los socialistas se mide por las promesas incumplidas. De las inversiones por valor de 100 millones acordadas en 2017 con el PSOE, solo una pequeña parte se realizó. A ese desencuentro se añade ahora el distanciamiento preelectoral, en un contexto en el que no hay todavía candidatos ni listas cerradas. El tiempo corre y la probabilidad de que se alcance un acuerdo es menor cada día que pasa.