Alfredo Tejero, figura clave en la Hacienda y la gestión cultural madrileñas

Alfredo Tejero Casajús (Madrid, 1944) ha fallecido hoy sábado en Pozuelo de Alarcón de una dolencia pulmonar que le aquejaba desde hace tres años. Economista, hacendista y gestor cultural, ha sido una de las personalidades claves en la consolidación de la democracia en Madrid. De su Ayuntamiento, fue concejal de Economía y Hacienda durante los años en que esta coalición, alentada por Enrique Tierno Galván, vinculó al PSOE y al PCE para procurar a la ciudad algunos sus mejores años desde la primera alcaldía democrática, tras cuatro décadas de franquismo.

Alfredo Tejero procedía de las filas del PCE, a cuyo núcleo de cuadros profesionales eurocomunistas perteneció y donde se fogueó en la lucha clandestina antifranquista desde el liderazgo estudiantil (su alias era Pildorita) en la Facultad de Económicas de la Universidad Complutense, en la cual se licenció. Tras su paso por departamentos comerciales y de mercadotecnia de varias empresas, comenzó a colaborar en las páginas del diario Informaciones, con una sección semanal sobre sindicalismo bajo el seudónimo de Manuel Baena; también en los últimos años del franquismo colaboraría en la revista Triunfo.

Técnico de la Administración General, en su rama económica, del Ayuntamiento madrileño, sería designado Concejal de Educación y Presidente de le Empresa Mixta de Servicios Funerarios entre 1979 a 1981, para ser Teniente de alcalde y Concejal de Hacienda y Economía durante los seis años siguientes. Igualmente, presidió la Empresa de Recaudación Ejecutiva de Madrid desde su creación, en 1984, hasta 1989. Fue también vicepresidente de Mercamadrid y de Promadrid a lo largo de un sexenio. En 1990 sería designado Consejero Delegado de la Fundación Caja Madrid, en la que permaneció durante un lustro, etapa en la que orientó la actividad de la institución cultural hacia la música, mediante la programación de ciclos propios como el lied -en colaboración con el Teatro de la Zarzuela-, el liceo de Cámara y ciclos sinfónicos monográficos sobre Dvörak, Brahms, Mahler y Bruckner, entre otros autores.

Alfredo Tejero inició programas de difusión y acercamiento de la música en colegios e institutos de la región madrileña y en ciudades del resto de España. Del mismo modo, alentó la edición discográfica con colecciones de zarzuela y de la obra de Roberto Gerhard, así como la edición impresa de trabajos de investigación como el “Catálogo de la obra de Ramón Carnicer”, “La música en el Real Monasterio” o “El Códice de Madrid”, además de encargar un trabajo sobre “Historia y anecdotario del Teatro Real”, a José Subirats, obra editada por Acento. Promovió asimismo la creación de una Escuela Integral de Música, actualmente en construcción.

De su actividad en Caja Madrid destaca su pertenencia al Consejo de Administración entre 1988 y 1997 y al de Gesmadrid. Reintegrado al Ayuntamiento tras 13 años de excedencia especial, pasó a la Concejalía de Economía y Empresa, con el propósito de crear un servicio de estudios económicos y hacendísticos sobre la economía de Madrid, que halló su expresión posterior en el vigente Observatorio Económico de la Ciudad. Entre 2002 y 2012 fue administrador del Teatro Real y en 2014 sería elegido miembro de la directiva del Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Alfredo Tejero tomó distancia del PCE por diferencias políticas e ideológicas con Santiago Carrillo. Simpatizaría luego con el PSOE, con cuyos dirigentes, Luis Solana y Alfredo Pérez Rubalcaba, mantuvo amistad. Unido a la politóloga gallega Pilar Pérez Portabales desde su mocedad, asiduo de Galicia, amante de San Lorenzo de El Escorial y de la música, Alfredo Tejero fue considerado por sus amigos como un hombre afable, que puso generosamente su inteligencia, su sensibilidad y su amplia cultura al servicio de la sociedad y de la democracia a través de la política. Era hermano del teniente coronel, vinculado a la Unión Militar Democrática, Rafael Tejero Casajús, fallecido en 2009. Sus restos mortales permanecerán durante este sábado 14 de abril en el tanatorio de La Paz en Tres Cantos, Madrid.