ERC intenta ganar peso en el Govern tras la renuncia de Puigdemont

Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) expresó ayer sus reservas respecto a que Jordi Sànchez presida la Generalitat una vez Carles Puigdemont ha oficializado su renuncia. “Se rompe la línea muy defendida de Junts per Catalunya de restituir al Govern legítimo. La propuesta fue otra”, dijo el portavoz de ERC, Sergi Sabrià. El puño sobre la mesa de los republicanos llega el día después de cumplir con la primera premisa de reconocer la legitimidad de Puigdemont en el Parlament, y busca presionar para ganar peso en el futuro Gobierno.

Sabrià cree que la propuesta de candidatura del expresidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) Jordi Sànchez se salta “la línea de la legitimidad”, la única bandera de Junts per Catalunya durante la pasada campaña electoral y que le llevó a ser la fuerza más votada dentro del bloque independentista. De ahí que el portavoz republicano defienda que, si de restitución se trata, investir al líder de ERC, Oriol Junqueras, que está en prisión preventiva como Sànchez, tendría más sentido.

En realidad, ERC no tiene en mente incluir a Junqueras en la estructura del futuro Govern y plantea poner en la vicepresidencia a Marta Rovira o al actual secretario de Economía de la Generalitat, Pere Aragonés. Desde el primer momento, Esquerra ha repetido que quiere un “Gobierno efectivo” en Cataluña para así lograr levantar la aplicación del artículo 155 de la Constitución. En ese orden de ideas, poner a alguien que está en prisión, del color que sea, no sería su plan.

“Tal vez quepa recordar que hay un pacto vigente para ceder a ERC la presidencia del Parlament (ya completado) y a Junts per Catalunya la presidencia de la Generalitat”, recordó ayer en Twitter Jaume Clotet, actual director de Comunicación de la Generalitat y uno de los directores de campaña de Junts per Catalunya Desde ERC, sin embargo, se remiten a la nota de prensa con la que Junts per Catalunya anunció el acuerdo y que especifica que ambas formaciones “han acordado dar apoyo a la propuesta” de Puigdemont como president.

Fuentes de Esquerra niegan que el problema sea el nombre de Sànchez, si bien recuerdan que aún tiene que ser aprobado por la CUP en su reunión de esta mañana. Aseguran que, si el expresidente de la ANC es propuesto después de que se cierren todos los “flecos” que desde hace semanas están sobre la mesa, no presentarán objeciones.

“Ayer [por el jueves] arrancó la legislatura. Que se reconozca la legitimidad [de Puigdemont] es una excelente noticia. Nos habría gustado tener ya un acuerdo cerrado. Estamos pendientes de unos flecos”, dijo Sabrià. Aún quedarían sobre la mesa retoques de la hoja de ruta del mandato y algún nombre. Es ahí donde los republicanos quieren apretar para ganar más peso dentro del próximo Ejecutivo.

Pese a los acuerdos, la confianza entre las dos mayores formaciones independentistas pasa por horas muy bajas. En algunos círculos de ERC consideran que la designación de Sànchez no solo busca mantener la presión sobre el Estado sino también generar un vacío que permita a Puigdemont mantener su poder de decisión desde Bruselas. Los republicanos creen que no se puede sostener más que el Palau de la Generalitat esté sin actividad.

La anunciada repartición al 50% de las 15 carteras del Govern —cuyos detalles aún no se conocen— también genera desconcierto en el PDeCAT, que cree que Junts per Catalunya “ha cedido demasiado” ante los republicanos dándoles los departamentos con mayor capacidad inversora.