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Centenario del ‘Santa Eulàlia’ con el viento en las velas

Un conjunto de actividades marineras celebra el aniversario del pailebote barcelonés

Jacinto Antón
Una imagen del pailebote 'Santa Eulàlia'.
Una imagen del pailebote 'Santa Eulàlia'. PEREDEPRADA

Si hay un barco enraizado en la memoria reciente de la ciudad de Barcelona, dejando de lado la malhadada réplica de carabela (de la película Alba de América) que se encontraba amarrada en el Port Vell y que fue retirada en 1990 tras sufrir un atentado y hundida en Arenys de Mar, es el pailebote Santa Eulálía.

El velero, que desde 1997 pertenece a la colección del Museo Marítimo de Barcelona (MMB), que lo ha convertido en su icono flotante, extensión en el agua y embajador marino de la ciudad, se acabó de construir en 1918 y por tanto cumple este año un siglo. El MMB ha decidido celebrar el aniversario con un amplio y variopinto programa de actividades que se desarrollan desde este mes hasta febrero de 2019, y que fue presentado ayer.

Ex 'Carmen Flores', el velero fue construido  en Alicante y al adquirirlo el MMB se lo rebautizó con el nombre de la copatrona de Barcelona

Entre dichas actividades figuran por supuesto salidas a la mar, visitas guiadas, una parada naval, la participación del Santa Eulàlia en festivales marinos, una exposición, conciertos, conferencias y una fiesta, el 2 de junio.

El pailebote, uno de los veleros más antiguos que aún navegan que se conservan en el Mediterráneo, se construyó en un astillero de la playa alicantina de Torrevieja. Parecido a una goleta pero sin gavia y con la trinquete más pequeña, era un tipo de barco muy común a lo largo de los siglos XVIII y XIX y apreciado por su versatilidad y su facilidad de navegación, que lo diferenciaban de modelos similares que requerían muchos más marineros y eran más complicados de maniobrar.

El Santa Eulàlia se denominaba originalmente, lo que hay que ver, Carmen Flores (presumiblemente en honor de la famosa cupletista de Almendralejo) y se lo destinó al principio al comercio con América y luego como barco de comercio en el Mediterráneo y embarcación de apoyo en tareas submarinas. El año 1997, cuando estaba a punto de ser desguazado, el MMB lo adquirió para incorporarlo a la colección del museo. El objetico era conseguir un ejemplar de esta clase de velero en el marco de la recuperación y difusión del patrimonio marítimo. El cambio de nombre, catalanización aparte, es un homenaje a la copatrona de Barcelona. Curiosamente, Carmen Flores estaba también relacionada con la ciudad: estrenó en 1914 La violetera en Barcelona y mantuvo ahí mismo, se cuenta, un romance con el ex sultán de Marruecos. Por otro lado, la cantante, ya retirada, tuvo los arrestos de echar en una ocasión de su peletería madrileña a Carmen Polo de Franco.  

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Las actividades han dado comienzo con Barcelona des del mar una serie de itinerarios (hasta el 28 de abril) que permiten observar la transformación de la fachada marítima de la ciudad a lo largo dell tiempo. Del 23 al 25 de marzo, diversas embarcaciones, incluido el buque escuela ruso Kruzhenstern, se instalarán en el puerto para acompañar al Santa Eulàlia en el inicio de los actos del centenario. El 25 todos zarparán tras el pailebote para hacer la ruta de los cítricos. El barco participará como invitado en el festival marítimo de Sète. En mayo navegará por la costa catalana participando en otros festivales marineros. La exposición Un vaixell centenari (mayo a diciembre) explicará en el MMB la historia del barco.En septiembre, el Santa Eulàlia se sumará a la Mercè.

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Sobre la firma

Jacinto Antón
Redactor de Cultura, colabora con la Cadena Ser y es autor de dos libros que reúnen sus crónicas. Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona y en Interpretación por el Institut del Teatre, trabajó en el Teatre Lliure. Primer Premio Nacional de Periodismo Cultural, protagonizó la serie de documentales de TVE 'El reportero de la historia'.

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