Empresas e instituciones cierran filas con el Mobile en Barcelona
John Hoffman, responsable del Mobile: “Tenemos contrato con Barcelona hasta 2023”
Todos tuvieron claro ayer que el congreso estaba por encima de la política. Ante las voces que cuestionaban la continuidad del Mobile World Congress (MWC) en Barcelona por la crisis política en Cataluña, empresas, instituciones y partidos políticos cerraron filas en la primera jornada del congreso en la capital catalana. El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, renovó su compromiso con Barcelona como sede del MWC. Todas las miradas se centraban en el organizador del congreso, John Hoffman, quien reiteró a este diario: “Tenemos contrato con Barcelona hasta 2023”.
En su discurso inaugural, el presidente de Telefónica apuntó a la ciudad como “el mejor lugar del mundo para celebrar el congreso”, el mayor del sector de las telecomunicaciones. “Hace unos años anunciamos nuestro compromiso con Barcelona para convertirla en la capital mundial del móvil”, recordó Álvarez-Pallete. En la misma línea, el consejero delegado del Grupo Vodafone, Vittorio Colao, afirmó que Barcelona es “el lugar idóneo”. Colao agregó que lo que ocurrido en los últimos tres o cuatro días no tiene por qué afectar “de ninguna manera”. Se refería a la tensa cena de gala celebrada el pasado domingo en el Palau de la Música, donde la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el presidente del Parlament, Roger Torrent, se negaron a saludar a Felipe VI.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, también aseguró que la cita volverá a celebrarse en la ciudad el año que viene. “Sí, están muy contentos, lo tenemos todo preparado, incluso nos han dicho que las cifras están por encima del año anterior, queremos que sea un éxito. GSMA no se mete en política, lo que quiere es que el Congreso funcione”, informa Clara Blanchar. De hecho, el congreso no depende del Ayuntamiento, sino de la patronal del sector de la telefonía móvil. En este sentido, la alcaldesa subrayó, como Hoffman, que GSMA y la ciudad tienen “convenio hasta 2023” y señaló, durante una entrevista en RAC1 que, como cualquier agente económico, la organización del congreso pide “un mínimo clima de confianza, estabilidad y seguridad”.
La continuidad del Mobile en la capital catalana es una polémica recurrente. Ayer, en la inauguración, estaba en boca de muchos. Xavier Trias, exalcalde de Barcelona, explicó: “La política no tiene que ver con la buena marcha de un congreso”. Por su parte, Carles Grau, director de la Mobile World Capital, ha insistido en que el éxito del congreso responde al éxito de Barcelona.
El ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, fue el más contundente al calificar Barcelona como sede “imbatible” y criticó que algunos quieren “ponérselo fácil” a los que quieren aprovechar la situación política en Cataluña para llevárselo a otra ciudad. Nadal se refirió a unas infraestructuras turísticas “difíciles de replicar” y de la ciudad como un centro tecnológico de relevancia a nivel internacional.
En los pasillos, los congresistas parecían ajenos al debate político. “He visto algunas noticias, pero no tengo suficiente información para opinar sobre ello. Ayer vimos las manifestaciones en la calle, pero no he tenido ningún problema”, decía James, que trabaja en una empresa vinculada al sector aeronáutico. Ayer, en el primer día del congreso, la ciudad dio la talla. El tráfico fue fluido por la mañana y, a pesar de la lluvia, también lo fue por la tarde. Al cierre del congreso, una multitud invadió los ferrocarriles. Otra se iba a los hoteles cercanos a Fira y llenaban salas y restaurantes. Era hora de hacer negocio.
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