El museo de arte contemporáneo de Girona ya tiene proyecto ganador

Dotar al espacio interno de un carácter unitario y definir el patio como elemento central del conjunto arquitectónico son dos de las ideas principales del proyecto ganador para reformar la Casa Pastors. Este antiguo palacete renacentista del siglo XVII que durante 105 años fue sede de la Audiencia Provincial, se convertirá así en el nuevo Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Girona. La propuesta ganadora del concurso de proyectos convocado por el Ayuntamiento para la adjudicación de los servicios de arquitectura que se resolvió el pasado octubre es obra del despacho de arquitectura de Jordi Bosch Genover.

La Demarcación de Girona del Colegio de Arquitectos de Catalunya ha inaugurado este jueves una exposición donde se pueden ver las cinco propuestas finalistas del concurso. El importe de la adjudicación de la redacción del proyecto y la dirección de obras es de 318.000 euros.

La alcaldesa, Marta Madrenas destaca que “esta reforma es una demostración más de la apuesta por la cultura como eje central de la ciudad y para potenciar la capitalidad de Girona en el ámbito cultural del sur de Europa”. En este sentido, valoró también la relación que el nuevo museo deberá tener con otros espacios expositivos catalanes y mundiales gracias a la adquisición del fondo Santos Torroella.

El proyecto propone ordenar el espacio central del patio y simplificar su volumetría, derribando el núcleo vertical y construyendo un nuevo cuerpo más bajo y acabado con una celosía de tablones. Al otro lado del patio, frente a la medianera de la zona sur, se crearía una pasarela elevada a la altura del segundo piso que se matizaría con una celosía similar.

La mejora de la circulación interna del edificio es uno de los puntos fuertes. La nueva construcción que se hará en el patio sería el núcleo de la circulación vertical del edificio. El acceso a las salas se seguiría planteado por la escalinata del patio. Una vez en la primera planta, sin embargo, se prolongaría con nuevos tramos de escalera hasta la segunda planta y la bajada del edificio y el regreso al punto de acceso se haría a través del nuevo núcleo vertical.

Para los espacios expositivos la propuesta prevé conseguir una altura unitaria en las diferentes salas. Así, propone el derribo del altillo de la primera planta y la modificación de los forjados de la segunda para situarlos en una cota única. La única sala que se mantendría como testimonio de épocas anteriores sería la gran sala de la primera planta. Las salas de exposiciones temporales se conciben como espacios abiertos y, por este motivo, se situarían parcialmente en la zona de paso hacia la sala de actos, que se prevé en la planta baja.

Todos los paramentos de muralla existentes que se conservan en el edificio se dejarán vistos y saneados y el resto se pintará de blanco.