La cocina y París, ejes de la temporada del Picasso
El centro de Barcelona amplia las colaboraciones internacionales
Bodegones, representaciones de restaurantes míticos, referencias culinarias y esculturas realizadas con utensilios de cocina, en total más de 200 obras, procedentes de colecciones públicas y privadas de diversos países, conforman la exposición La cocina de Picasso, que abrirá la nueva temporada del Museo Picasso de Barcelona. “Es la primera vez que se dedica una exposición a este tema, a pesar de ser omnipresente en la obra del artista, que lo considera una metáfora del hecho creativo”, indicaba el director del museo Emmanuel Guigon, comisario de la muestra, que contará con la colaboración de Ferran Adrià. El célebre cocinero está preparando un proyecto dinámico y participativo para el Espai 0, la sala de la planta baja que Guigon ha reservado para la creación contemporánea. Con motivo de la muestra, que se inaugura el 5 de mayo, en los bajos del Palacio Fenestres, se abrirá una nueva sala visible desde la calle Montcada. “Se estrenará con una proyección de Yves Montand recitando un poema sobre la manzana de Picasso”, explicaba Guigon que para esta muestra propone novedades, como visitas olfativas y tertulia y menús picassianos en los restaurantes barceloneses.
También habrá puestos de comidas inventivas en el museo para paliar la falta del restaurante, que se abrirá en el marco de la restructuración de la planta baja. Para escoger el autor de las obras, que implican también la reordenación de los recorridos internos y una nueva señalización, se convocará pronto un concurso de ideas. “Mientras tanto hemos encargado a un destacado artista extranjero la realización de un mural de cerámica inspirado en nuestras obras maestras, que rodeará completamente el espacio del restaurante, para que el visitante tenga la sensación de estar comiendo dentro de la obra de Picasso”, explicó Guigon, que no quiso revelar el nombre del elegido.
Arte contemporáneo
A la espera de que se pueda acometer la renovación de la planta baja, en marzo, el patio del museo acogerá Temporal, una instalación sonora de Vacca que simula una tempestad y alude a la tormenta cultural del arte así como al carácter efímero del arte sonoro. No será el único proyecto dedicado al arte contemporáneo. El fotógrafo francés Bernard Plossu está terminando un recorrido por los lugares picassianos de Cataluña que serán objeto de un libro y una exposición. “Quiero realizar un diccionario de todos los fotógrafos que retrataron Picasso”, anticipó Guigon.
París será el segundo gran eje de la programación con la muestra Picasso descubre París, que pone en relación importantes pinturas impresionistas y simbolistas del Musée d'Orsay con obras de la colección. La exposición reunirá unas 50 piezas que permiten comprender el impacto de los maestros franceses en el joven Picasso. “Es un proyecto que interesará mucho el visitante local, así como la muestra dedicada a la relación entre el artista y la editorial Gustavo Gili que se inaugurará en noviembre”, aseguró Guigon, que presentará por primera vez al público el archivo de la editorial adquirido hace cuatro años.
Simultáneamente, con motivo del 50 aniversario de la muerte de Jaume Sabartés, fundador junto a Picasso del museo barcelonés, se inaugurará una muestra de su archivo personal concebida como homenaje y reivindicación de su figura e importancia.
Guigon volvió a manifestar su voluntad de potenciar las redes internacionales con los museos que conservan obras de Picasso y especialmente su homólogo de París. Habrá intercambio de conservadores y se pondrán en marcha sendos proyectos para recoger memorias orales sobre Picasso y elaborar una cronología vital y profesional del artista unificada, corroborada y documentada, para evitar las contradicciones que la afectan.
El Museo Picasso, que gracias a más de un millón de visitantes es económicamente autosuficiente, destinará un millón y medio de euros a esta temporada. Sus cuentas saneadas le permiten también adquirir obras. “No podemos comprar óleos de la época azul o rosa que han alcanzado precios prohibitivos, pero podemos adquirir dibujos, grabados, fotografías y piezas de periodos más accesibles, pero importantes para nuestro discurso, como la época de Gósol”, concluyó Guigon, que este año ha adquirido entre otras piezas, una caricatura de Rusiñol y varios libros de bibliófilo.
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