El Ayuntamiento contratará a “dinamizadores” para los presupuestos participativos

El Ayuntamiento de Madrid, liderado por Manuela Carmena, quiere incrementar el número de votantes en sus presupuestos participativos, que este año cuentan con 100 millones de euros sobre los que decidirán los ciudadanos. Para ello, prevé contratar a "dinamizadores" —profesionales que trabajarán en locales municipales, para involucrar a los madrileños en las votaciones—. Para fortalecer este proceso, el Consistorio también plantea permitir el voto presencial, no solo telemático, tal y como ocurrió en la consulta sobre la Gran Vía.

El objetivo del gobierno de Carmena es resolver las dudas y ayudar a crear propuestas adecuadas, lo cual se traduce en la contratación de nuevos dinamizadores: "La medida de contar con más dinamizadores este año responde a una de las principales demandas de la ciudadanía en las sesiones de evaluación del proceso que se ha llevado a cabo en 2016 y 2018", señala Soto a este diario.

"Es rotundamente prioritario contar con la dinamización en un proceso en el que se toma la decisión del destino final de 100 millones del presupuesto municipal", resume el concejal de Transparencia y Participación, Pablo Soto. En uno de los puntos del Informe sobre los Presupuestos Participativos 2018, al que ha tenido acceso EL PAÍS, el Ayuntamiento admite la necesidad de "introducir algunas reformas para mejorar los presupuestos participativos de 2018", como el "aumento de las horas de dinamización en las reuniones de los espacios de debate".

La tarea que deberán desempeñar estos profesionales consiste en "ayudar" a los ciudadanos y mejorar "la conexión con los técnicos municipales". "Este año, de cada 1.000 euros que deciden los ciudadanos, uno está destinado a facilitar que la ciudadanía, de forma colectiva, alcance buenas decisiones sobre los proyectos que se van a llevar a cabo", apunta Soto.

La "dinamización" es un concepto usado muy a menudo por el equipo de gobierno de Carmena para describir la labor de fomentar la participación ciudadana. Sin embargo, en estos más de dos años de gobierno de Ahora Madrid, desde la oposición se han levantado voces críticas con el dinero gastado bajo este epígrafe.

Según los datos recogidos por EL PAÍS, en dos años el Ayuntamiento ha destinado hasta 3,7 millones de euros a contratos firmados para "dinamizar" procesos participativos; entre ellos, algunos destinados a niños y a adolescentes, y enmarcados en políticas de género y medioambiente. Estos contratos pueden ascender a centenares de miles de euros, y según el PP y Ciudadanos su fin último es crear una "red clientelar" con empresas amigas.

El documento municipal evita concretar el gasto previsto este año para impulsar este proyecto. Pero sí señala, además de la contratación de dinamizadores, la necesidad de "mejorar la compaña de visibilización institucional de la fase de votación" y la "ampliación de la campaña de difusión en redes sociales".

El objetivo general de todas estas actuaciones es incrementar el número de votantes y facilitar la información sobre los presupuestos participativos. Por ello, el gobierno de Carmena también "valora" la posibilidad de permitir el voto presencial, además del telemático, en el portal Madrid Decide. Esto significa, según reza el informe municipal, "establecer mesas de votación presencial durante la fase de votación final, así como estudiar la posibilidad de tener algún sistema de votación en papel".

En definitiva, el gobierno quiere con estas medidas convertir los presupuestos participativos en un asunto con más repercusión en la vida pública de la capital. "Con todas las reformas descritas se espera que los nuevos presupuestos participativos de 2018 resulten más amigables y accesibles a la ciudadanía, se incremente la participación activa en las distintas fases del proceso y el número de votantes, y que los presupuestos participativos formen parte del acervo colectivo y sean una cita conocida y esperada cada año por la ciudadanía, como un elemento importante del ejercicio de su soberanía", reza el documento.

L. COSTANTINI, Madrid