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Aguas nuevas para la ría y el lago de la Chopera

El Ayuntamiento de Madrid finaliza la restauración de una de las zonas más desconocidas del Retiro

Esther Sánchez
Una pareja se fotografía ante el lago de La Chopera ayer.
Una pareja se fotografía ante el lago de La Chopera ayer.Victor Sáinz

La visita al Retiro es ineludible para cualquier turista que llegue a Madrid. Ya dentro del jardín, uno no se puede perder el lago, bautizado como el Estanque Grande, donde se alza el célebre conjunto escultórico a Alfonso XII. Pero en el parque que nació con vocación acuática existen más estanques. Uno de ellos, mucho más pequeño y poco conocido, se encuentra al suroeste del jardín, en la zona de La Chopera, poblada antaño por chopos, hoy reemplazados por otras especies.

El Ayuntamiento ha finalizado la restauración de la ría y el lago, por donde corre ahora un agua limpia y transparente. Los trabajos realizados han incluido la impermeabilización del conjunto. El estanque continúa a la espera de los patos y los cisnes que lo pueblan habitualmente y que, ante la falta de agua durante la restauración, han escapado a otros lugares.

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La ría artificial, de unos 200 metros de longitud y una anchura media de aproximadamente 4,5 metros, nace en un promontorio de rocalla, baja por un cauce artificial hasta desembocar en un estanque de unos 100 metros de largo y poca profundidad. A lo largo de su curso, se construyeron varias pequeñas cascadas y un par de puentes.

Ignacio Bazarra, autor de la web Retiromanía y amante del parque, destaca del lugar, uno de sus preferidos, la gran cantidad de arbolado que atesora. En él crecen saúcos, palmeras, castaños de indias, olmos y almeces, entre otras especies. La vegetación convierte al Retiro en un jardín privilegiado para observar y disfrutar el paso de las estaciones, “algo que no es tan evidente en medio del asfalto”. Una sensación que para Bazarra es especialmente reconocible “en medio de esas rías escondidas, que parecen trasladarte al Retiro navegable”.

A la vera del lago se alza el polideportivo de La Chopera y el Bosque del Recuerdo, construido en 2005, en memoria de los 192 muertos y los 1.858 heridos a causa del atentado terrorista del 11 de marzo del año anterior.

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La ría de la Chopera aparece en el plano de Madrid de 1900 de Facundo Cañada, donde se representa por primera vez. La zona fue usada en el siglo XIX para las grandes ferias internacionales que se celebraban en el Retiro. De aquellas edificaciones solo han sobrevivido el palacio de Velázquez (Minería) y el de Cristal (invernadero para la Exposición de Filipinas). El resto de pabellones desapareció; fue entonces cuando se supone que se debieron construir la ría y el lago, explica Bazarra.

El Ayuntamiento se encuentra inmerso en otras obras de rehabilitación de construcciones acuáticas como el estanque del palacio de Cristal, el de las Campanillas o la Fuente de la Ochavada, cuyo vaso y perímetro data de 1633.

Fugas en el lago del palacio de Cristal

Los problemas de filtraciones en el lago del palacio de Cristal del Retiro se han agudizado en el último año. El Ayuntamiento de Madrid ha detectado fracturas, asentamientos y desplomes en el estanque, lo que les ha llevado a revisar los 276,5 metros del perímetro. El problema son los materiales de construcción: el 70% del muro está fabricado con ladrillo que se encuentra “alterado y envejecido” por su porosidad, y el otro 30% es de rocalla que también está muy dañado por el empuje del agua.

Ante esta situación, el área de Medio Ambiente y Movilidad inició el pasado diciembre las obras de rehabilitación del muro que rodea el lago del palacio de Cristal del Retiro. El inicio de los trabajos ha estado condicionado por la parada vegetativa de los ejemplares de ciprés calvo que crecen en su interior. Para preservar la fauna del lago, el nivel de agua se ha bajado de forma paulatina pero sin llegar a variarse, para permitir que se pudieran mantener en funcionamiento la depuradora y los dos aireadores del estanque. Así ha sido posible mantener con vida a las carpas, cisnes y patos, sin necesidad de proceder a su traslado. La mayor parte de los trabajos se están llevando a cabo de manera manual. Primero se pica la rocalla y se desmontan las piezas con riesgo de desprendimiento. Después se quitan los lodos sin agentes químicos y se procederá a volver a montar el muro.

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Sobre la firma

Esther Sánchez
Forma parte del equipo de Clima y Medio Ambiente y con anterioridad del suplemento Tierra. Está especializada en biodiversidad con especial preocupación por los conflictos que afectan a la naturaleza y al desarrollo sostenible. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y ha ejercido gran parte de su carrera profesional en EL PAÍS.

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