Puigdemont reta al juez y dice que viajará a Dinamarca para dar una charla el lunes

Si no hay cambios de última hora, este lunes 22 de enero el expresidente catalán Carles Puigdemont dejará su refugio en Bruselas y se desplazará a Dinamarca para dar una conferencia. Se trata del primer viaje que hace Puigdemont fuera de Bélgica desde que abandonó España el pasado 30 de octubre, y después de que el 5 de diciembre el juez Pablo Llarena retirara la euroorden que pesaba sobre él por delitos de sedición y rebelión. Desde entonces permanece fugado. El Tribunal Supremo descarta de momento solicitar otra orden de arresto internacional.

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El viaje a Copenhague fue confirmado ayer por Elsa Artadi, mano derecha de Puigdemont y uno de los cerebros de Junts per Catalunya, la lista con la que el expresident concurrió a las elecciones superando las siglas del PDeCAT. “Puigdemont, como los consejeros que están en Bruselas, tiene libertad de movimiento dentro de la UE, como no podría ser de otra manera”, recordó Artadi, que aceptó que el viaje a la capital danesa no está exento de “riesgos”.

El presidente catalán cesado en aplicación del artículo 155 de la Constitución tiene previsto intervenir en un debate organizado por el departamento de ciencia política de la Universidad de Copenhague, que ayer anunciaba el evento con gran despliegue en su página web. El debate se titula Cataluña y Europa, una encrucijada para la democracia, y Puigdemont es presentado como “el presidente número 130º del Gobierno de Cataluña”. Además, el expresident se reunirá el martes con varios diputados daneses en la sede del Parlamento de ese país, según adelantó Efe y confirmaron fuentes de Junts per Catalunya.

El movimiento de Puigdemont es seguido con cautela por el Tribunal Supremo, que de momento no pasará a la acción. La euroorden de detención emitida en noviembre por la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela, cuando se inició la causa judicial contra los líderes independentistas, fue retirada por el juez del Supremo Pablo Llarena el 5 de diciembre. Y, en principio, no está en sus planes emitir una nueva que permitiera capturar al expresidente en territorio danés, según fuentes jurídicas. Se trata de una operación muy complicada y de posibilidades de éxito moderadas y el Supremo no quiere arriesgarse a repetir el episodio de diciembre, cuando la justicia española desistió en su intento de que Bélgica extraditara a Puigdemont.

“Ya veremos cómo se comporta el Gobierno. Ya retiraron la euroorden y pagaron un coste por ello”, dijo Artadi. Contra el expresident aún pesa la orden de arresto nacional: si vuelve a España sería previsiblemente detenido. El Supremo puede dictar otra euroorden cuando lo considere adecuado, pero la burocracia del procedimiento dificulta su agilidad.

Puigdemont suele alardear de las reuniones de alto nivel que dice tener en Bruselas, si bien nunca concreta con quién. Pese a ello, el Gobierno sigue con preocupación sus movimientos, por considerar que erosionan la imagen de España. La Universidad de Copenhague ha invitado al embajador español, Enrique Pastor de Gana, a la conferencia del lunes.

Puigdemont defendió ayer en una entrevista a Catalunya Ràdio que se puede gobernar la Generalitat desde Bruselas. “Entre presidiario y presidente, prefiero ser presidente, porque al menos ahora puedo hacer cosas, pero en prisión no podría hacerlas”, dijo, una frase que causó malestar en las filas de ERC.