Los comunes piden a ERC y PSC que aclaren si quieren una mayoría de progreso
Domènech comparte con Iglesias que el independentismo ha favorecido el resurgir de brotes fascistas
Catalunya en Comú-Podem sostiene que es la única formación que garantiza ahora que tras las elecciones no gobierne ningún partido de "derechas", ya sea independentista o no, y , por tanto, quiere convertirse en el partido clave para un eventual ejecutivo de izquierdas. Xavier Domènech. cabeza de lista de los comunes, rechza las "aventuras unilaterales" de Esquerra o el apoyo del PSC al 155 pero considera que el camino se puede desandar con condiciones. Pablo Iglesias, secretario general de Podemos, abona desde hace días la posibilidad de fraguar un tripartito de izquierdas.
En unas declaraciones en la sede de la Agencia Catalana de Noticias, Domènech ha descartado poner "vetos" a ningún partido de izquierdas pero sí les ha pedido a sus hipotéticos socios que sean "transparentes". A Esquerra le reclama que aclare si está dispuesto a volver a hacer presidente a Carles Puigdemont y a Miquel Iceta a Inés Arrimadas. El candidato ha apuntado además que los otras formaciones de izquierda no se han comportado como tales por estas razones: a Esquerra le culpa de haber sido cómplice de los recortes del PDeCAT y a la CUP de haber dado apoyo a unos Presupuestos que consolidaron esos ajustes.
Alamany exige a ERC que se defina
Elisenda Alamany, número dos por Barcelona, ha exigido esta tarde a Marta Rovira, número dos de ERC, que elijan entre si se decantan por investir e a Carles Puigdemont o construir una Cataluña progresista. "Las dos cosas a la vez no pueden ser. Haremos todo lo posible para que Puigdemont retire su acta de diputado pero absolutamente nunca, nunca, estaremos en un gobierno junto a los herederos del 3% y los campeones de los recortes", avisó la número de la lista. En un mitin en el teatro Kursaal en Manresa. Ante un centenar de personas, Alamany ha señalado las dudas de los republicanos a quienes ha reprochado que no hayan aclarado sus preferencias y sus vacilaciones sobre si vuelven o no a la legalidad. Ska Keller, eurodiputada de los verdes, ha expuesto seis puntos que para su grupo son irrenunciables: que la Unión Europea medie en el conflicto y que se acabe con la violencia, la unilateralidad, se retire el 155, se liberen los presos y se inicie un proceso constituyente.
Domènech ha presentado este mediodía su programa social que se sintetiza en dos grandes áreas: revertir los 2.300 millones en recortes que se empezaron a acometer con Artur Mas en el poder y una nueva política fiscal que recupere el impuesto de sucesiones, el de patrimonio, el del juego y aumentar la presión fiscal del IRPF a las rentas superiores a los 100.000 euros. En sus declaraciones, Domènech ha afirmado que tanto ERC como el PSC se han opuesto hasta ahora a esas medidas y ha ilustrado su teoría recordando que ambos integran en sus listas a los sectores más "neoliberales e integristas" de la extinta Unió. A Esquerra le reprocha que incorpore como candidato a Antoni Castellà, líder de Demòcrates, al que acusa de haber subido las tasas universitarias el 67% y de haber despedido a 600 profesores de la Autònoma y al PSC de haber fichado a Antoni Espadaler, exconsejero de Unió, contrario al aborto y al LGTB.
El candidato comparte con Iglesias que la vía unilateral han favorecido que las agresiones fascistas hayan resurgido
Pablo Iglesias generó el domingo las críticas férreas del independentismo al culparle de haber despertado el "fantasma del fascismo". No fue un resbalón porque ya había lanzado esa acusación en Córdoba y Juan Carlos Monedero, fundador del partido, la reiteró. Domènech ha justificado y en esencia compartido la impresión del líder de Podemos. De entrada, el candidato ha subrayado que los culpables de las agresiones fascistas que se han producido en Barcelona o Valencia son quienes las cometieron y, por tanto, rechazó la idea causa-efecto. Pero sí que ha advertido de que la vía unilateral ha favorecido la existencia de esas agresiones. "La unilateralidad ha generado una situación de tensión social. Es evidente. Es lo que hay. El Gobierno catalán decía que la DUI favorecería una ola progresista en Cataluña y España y ha pasado lo contrario. No digo que ese movimiento haya crecido pero si que ha encontrado un espacio de expresión".
