Oleada de pinchazos intencionados contra camiones en la AP-7
Los Mossos investigan dos incidentes en cinco días en un mismo tramo de la vía
Alguien entró a medianoche de ayer por un agujero en la valla de la AP-7 y dejó en el arcén derecho una especie de plancha, de quita y pon, con pinchos. Los vehículos que circulaban por la carretera en dirección sur pisaron la trampa, seguramente sin ser conscientes, que se clavó en las ruedas. Eso provocó un reguero de camiones (una treintena, según Mossos) averiados en los márgenes de una de las principales arterias de Cataluña. El incidente es el segundo en cinco días. El viernes, otros 11 camiones se quedaron varados en los arcenes entre la una y las tres de la madrugada, en la misma zona y en el mismo sentido.
Los Mossos recibieron la primera llamada al 112 pasadas las doce de la noche, conforme un camión se vio obligado a parar en la vía porque había pinchado. La escena se fue repitiendo a medida que pasaban las horas. La mayoría de estos vehículos pesados usan ruedas antipinchazos, que se deshinchan paulatinamente, lo que provocó la diseminación por 26 kilómetros, entre Cardedeu y Cerdanyola del Vallès. A los Mossos solo le constan camiones entre los afectados por los pinchazos, algo que atribuyen a que suelen ser los únicos que circulan por el carril derecho a esas horas de la noche.
"Todo parece indicar que es provocado", explicó el intendente Josep Guillot, de la División de Tráfico de Mossos, que investiga lo sucedido junto a Abertis, la empresa gestora de la vía. Sobre su relación con el episodio anterior, Guillot afirmó que era "aventurado" conectarlos. Inicialmente, del caso de los 11 camiones, Mossos explicó que los pinchazos se debían probablemente a la pérdida de carga de otro vehículo anterior.
Además del peligro para la seguridad vial, los pinchazos han acarreado retenciones. Este martes se empezaron a notar a las seis y media de la madrugada, cuando se ponen en marcha los primeros trabajadores que se desplazan al trabajo. A la altura de Montmeló, en dirección Tarragona, se registraron colas de hasta seis kilómetros, según informó el Servei Català de Trànsit (SCT). En Cerdanyola y Sant Cugat del Vallès, las retenciones fueron de un kilómetro y de medio, respectivamente, algo que no dista mucho de la situación habitual un día cualquiera, a esa misma hora.
Doce horas después de los primeros pinchazos, todavía quedaban los últimos camiones varados en la autopista. "Hemos tenido que cambiar las seis del lado derecho de un camión", explicó el trabajado de una aseguradora, que acababa de arreglar uno de los vehículos pesados. En el área de servicio de Santa Perpètua de Mogoda, un trabajador seguía retirando restos de rueda de algunos camiones. "Es importante que denuncien y que llamen al 112", insistió el intendente Guillot, que lamentó que no todos los transportistas hayan presentado denuncia.
Los Mossos creen que el saboteador o saboteadores de camiones pusieron la trampa un rato, una sola vez, en un único lugar, y luego la retiraron y se fueron. La investigación sigue abierta.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.