València decora su plaza con un árbol de Nadal transitable

Sevilla, Madrid o Barcelona son las ciudades españolas que más miman la iluminación y ornamentación navideña. Y Valencia les va a la zaga. La capital del Turia ha plantado ya en la plaza del Ayuntamiento, la más céntrica de la capital, un gigantesco árbol de Navidad que podrá visitarse por dentro. Este lunes, 4 de diciembre, inaugurará su belén monumental y se encenderá la iluminación navideña.

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“Las celebraciones navideñas son un motor económico para la ciudad”, sostiene el concejal de Cultura Festiva de Valencia, Pere Fuset, cuyo departamento gastará este año 72.000 euros en la iluminación de calles y el montaje de este árbol transitable. Una pista de hielo y un carrusel de dos pisos se añadirán a la animación del centro urbano y que contribuyen a sufragar los propios comerciantes con el propósito de animar la campaña de compras.

El árbol, cuyo montaje comenzó a finales de noviembre, tiene 20 metros de altura por 10 de base y está formado por decenas de bolas multicolor, con luz incorporada. Internarse en este gigantesco adorno permitirá ver su ensamblaje, “la verdad del árbol”, describen en la empresa responsable de su instalación, Iluminación Just.

El consumo previsto del pino navideño, rematado con una estrella tridimensional blanca, es de 4.000 vatios. El montaje del árbol costará algo más de 12.000 euros. La iluminación, que otros años colgaba en mitad de la plaza del Ayuntamiento, se colocará en los lados para no estorbar a las carrozas que desfilan en la Cabalgata de Reyes, con alturas de hasta 4,5 metros.

Otro de los elementos que anticipan las fiestas navideñas en la capital es la apertura del belén municipal. El Ayuntamiento inaugura el lunes, 4 de diciembre, en el Salón de Cristal del Ayuntamiento un belén monumental, que ocupará 36 metros cuadrados y que firman los maestros belenistas Miguel Puchalt y Gonzalo Mateu.

La escena la forman 300 figuras, 250 animales y más de 400 complementos (cestas, tinajas, palmeras, herramientas de carpintero y herrero, carros, fuentes, etc). El conjunto de las figuras expuestas son propiedad de la Asociación de Belenistas de València, así como de una colección particular que las ha cedido para estas fechas. 17 escultores son autores de las figuras. En la plaza de la Reina se instala otro belén a tamaño natural.

La guinda, por tercer año consecutivo, será la fiesta de Fin de Año en la plaza del Ayuntamiento de Valencia, donde los visitantes darán la bienvenida a 2018 con las campanadas del reloj del edificio consistorial, emulando la tradición del reloj de la Puerta del Sol de Madrid o, más internacional, el descenso de la bola en Time Square con que los neoyorquinos despiden el año.

Los comerciantes del centro histórico instalan además por cuarto año consecutivo una pista de hielo para patinar que reúne a miles de personas a diario, sobre todo durante las vacaciones escolares. Por compras superiores a determinado importe, los visitantes reciben tíquets de descuento que sufragan los comercios de alrededor.

Valencia está lejos todavía del gasto de otras capitales españolas a ornamentación durante Navidad y Reyes pero es cierto que se ha preocupado de que no sea solo el centro el que brille estos días del año. Pese a esta brecha, el Consistorio triplicó el último 5 de enero el número de carrozas y los grupos de animación durante la cabalgata de los Reyes Magos. “Poco a poco”, señalan los responsable de una ciudad visitada por millones de turistas.

La descentralización potenciada por el Gobierno local de Joan Ribó afecta también a la decoración. Desde que llegaron en 2015, el Gobierno local se ha afanado en dar vida a las calles. Ha triplicado el número de árboles navideños instalados en la capital y los han extendido a las pedanías. Vamos, que a vista de pájaro, Valencia reluzca en Navidad por sus cuatro puntos cardinales.