La falla de 41 metros ya luce en la plaza del Ayuntamiento de Valencia
Está dedicada a los proyectos urbanísticos que no llegaron a ver la luz
El artista Manolo García ha necesitado este sábado de la ayuda de más de 300 personas, “todas con mucho corazón fallero”, para levantar “al tombe” la pieza central de 41 metros de altura de la falla municipal. Dos grúas sostenían con cuerdas la estructura para garantizar la seguridad.
La plantà ha durado más de dos horas y lleva planificándose cerca de un año. Marisa Falcó, miembro del equipo del artista explica que “era una ilusión que teníamos y al final hemos encontrado el mejor sitio donde poder hacerlo”. Levantar “al tombe” una falla supone alzarla de una sola pieza desde el suelo tirando con cuerdas. Un método mucho más arriesgado y espectacular que el habitual de plantar pieza a pieza.
Un miembro del equipo de Manolo García, megáfono en mano, iba dirigiendo cuidadosamente la operación. A su orden los voluntarios tiraban por un extremo mientras que los operarios iban colocando caballetes que sujetaban la estructura central de madera de unos 3.800 kilos. Metro a metro han ido ganando altura hasta dejarla pieza central de la falla municipal completamente alzada.
Todo en esta falla ha sido un reto para el artista, “un sueño que hemos ayudado a realizar”, aclaraba Pere Fuset, edil de Cultura Festiva del Ayuntamiento de Valencia. Entre los voluntarios para la plantà de la falla municipal, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig , la vicepresidenta, Mónica Oltra y el alcalde de Valencia, Joan Ribó “preparado con los guantes para tirar fuerte” destacando a continuación que “esto es un trabajo colectivo, todos a una mano y tirando en la misma dirección”.
La falla municipal, que este año lleva por lema “Valencia, Ca la Trava”, tiene como pieza central la torre de Telecomunicaciones diseñada hace años por el arquitecto Santiago Calatrava. Una construcción que jamás vio la luz “por las dificultades que encontramos los valencianos para hacer las cosas”asegura el artista.
Entre los voluntarios para tirar de las dos largas cinchas los había de procedencia diversa. Muchos de ellos vinculados a Manolo García y al mundo de los artistas falleros. Delfina Martínez, hija del artista fallecido Luis Martínez Canuto comentaba que el acto de esta tarde « es muy simbólico para nosotros, un homenaje al gremio, es como se hacía a la antigua y nos trae recuerdos muy emotivos”. La Fallera Mayor, Raquel Alario, y toda su corte encabezaba la representación fallera. Irene Sánchez, presidenta de la Agrupación de Fallas de Beniferri-Benimamet valoraba esta plantà como “un hecho histórico” y Paco Plaza, de la Falla Sant Antoni de Paiporta, añadía “he venido a ayudar a Manolo porque esto es único y quizás ya no vuelva a verlo en la vida”.
Con este inicio de plantà, las calles de Valencia ya huelen a fallas y se iluminan con el color especial de la fiesta. El barrio de Russafa es uno de los puntos neurálgicos para visitar si se quiere disfrutar del espectáculo de las calles iluminadas. Miles de bombillas de colores convertidas en centelleantes puntos decorativos que por segundo año gana la Comisión de Cuba-Literato Azorín.
Las carpas y las piezas de las fallas más grandes ocupan ya la ciudad mientras que los valencianos con un ojo puesto en el cielo repasan la previsión del tiempo de su semana grande que anuncia lluvias.
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