Condenado a 6 años de prisión por abusar de su nieta y grabarle vídeos de contenido sexual

La Audiencia Provincial de Castellón ha condenado a seis años de prisión a un hombre por abusar sexualmente de su nieta de siete años y grabarle vídeos de contenido sexual.

Se le imputa un delito de abusos sexuales, con una pena de dos años y un día de prisión, y otro de corrupción de menores, con una condena de cuatro años de cárcel, concurriendo en ambos la atenuante de dilaciones indebidas. En concepto de responsabilidad civil, el acusado deberá indemnizar a la víctima, a través de quien ostente su representación legal, con 8.000 euros.

El fallo hecho público por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana considera como hechos probados que el ahora condenado abusó de su nieta, que entonces tenía siete años, en las visitas de la pequeña a su domicilio. Todo ocurrió en el verano de 2010, cuando, aprovechando que los padres de la menor a veces dejaban a la niña y sus hermanos, también menores, en la casa de su abuelo para bañarse en la balsa que éste tenía, el hombre la llevaba a una de las habitaciones “y con ánimo libidinoso procedía a acariciar su cuerpo desnudo”.

Según el mismo escrito, el abuelo le mandaba adoptar determinadas posturas y que abriera las piernas para "así poder contemplar mejor sus partes íntimas” mientras la grababa. Almacenó todas esas imágenes en un formato mini DVD que guardaba en su domicilio y a cuyo visionado luego procedía.

La causa fue incoada en octubre de 2012 y estuvo paralizada sin avanzar en diferentes periodos hasta octubre de 2015.

Según la sentencia, la niña confirmó los abusos en el juicio. Declaró que su abuelo le daba órdenes para que se quitase la ropa, la hacía fotos desnuda y la acariciaba y tocaba en sus partes íntimas. También aseguró que le hizo un vídeo y que accedió a los deseos del hombre porque este le daba dinero. Manifestó que entonces se llevaba mejor con su abuelo que con su abuela y que en un determinado momento ésta se enteró y se lo dijo a sus padres, que no la creyeron.

La sentencia tipifica los hechos como constitutivos de un delito de abusos sexuales y de corrupción de menores. El fallo no es firme y contra él cabe interponer recurso de casación ante la Sala 2ª del Tribunal Supremo.