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La intervención de Hacienda alimenta las tensiones internas en Ahora Madrid

Miembros del gobierno de Carmena responsabilizan el concejal de Economía del rechazo al plan de ajuste aunque señalan que esa negativa refuerza su posición

La portavoz Rita Maestre y la concejal Celia Mayer.
La portavoz Rita Maestre y la concejal Celia Mayer. Kike Para

La intervención de las cuentas del Ayuntamiento de Madrid por el Ministerio de Hacienda ha disparado las críticas en el gobierno local sobre el papel desempeñado por el concejal de Economía, Carlos Sánchez Mato. Miembros del ejecutivo de Carmena lo responsabilizan del rechazo al último plan de ajuste del Consistorio, aunque señalan que la intervención de Hacienda refuerza su posición rupturista. Carmena lo apartó en septiembre de las negociaciones, pero eso no fue suficiente para reanudar las relaciones con Montoro.

El gobierno de Ahora Madrid (coalición formada por Podemos, IU, Equo y Ganemos) reaccionó a la puesta en marcha por parte de Hacienda de las medidas coercitivas de la Ley de Estabilidad —un control financiero de las cuentas que pasa de trimestral a semanal— con mucha tensión interna. Después de conocerse que Hacienda empezaría a tutelar semanalmente las operaciones financieras del Consistorio, miembros del gobierno responsabilizan al concejal de Economía del desenlace de la crisis.

Sánchez Mato estuvo al mando de las negociaciones con Hacienda hasta el final del verano, cuando "la alcaldesa dio un golpe sobre la mesa", explican fuentes municipales. Entonces le "desautorizó prácticamente", aunque no lo destituyó para no alterar los equilibrios internos. Sánchez Mato, de Izquierda Unida, es uno de los políticos de mayor peso de la coalición, y su cese provocaría un terremoto político.

En esa fase de transición, fuentes internas explican que hubo "problemas de comunicación" entre las áreas. Ocurrió incluso que algunos requerimientos de Hacienda no se entregaron a quienes tenían que recibirlos. Las fuentes no pueden culpar de ello al concejal de Economía, quien está formalmente al mando del área, aunque señalan: "Eso hizo perder tiempo y alimentó la desconfianza de Hacienda". Sin embargo, miembros del equipo de Sánchez Mato afirman que eso no es cierto: "De serlo, demostraría arbitrariedad del ministerio".

A finales de octubre, Ahora Madrid entregó su último plan de ajuste, convencido de cumplir con el método de cálculo de Hacienda ("el mismo que se nos dijo", remarca el gobierno). Pero el ministerio no dio su visto bueno, alegando que el Ayuntamiento utilizaba erróneamente como base el año 2016, en el que sobrepasó el techo de gasto en 234 millones. En el gobierno local creen que las razones del rechazo de Montoro son políticas, pero también reconocen que se perdió tiempo entre marzo y septiembre para alcanzar un entendimiento.

Las medidas coercitivas, sin embargo, en lugar de debilitar a Mato y a los más radicales de Ahora Madrid, los fortalecen, señalan en el Consistorio, mientras que debilitan a quienes, como la alcaldesa, abogan por posiciones conciliadoras. En cualquier caso, se han impuesto estas posiciones en el gobierno, tal y como explicó la portavoz, Rita Maestre.

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A partir de ahora, el Ayuntamiento entregará cada lunes todas sus operaciones a Hacienda. La próxima semana, los responsables del gobierno deberán dar explicaciones sobre lo ocurrido en una comisión extraordinaria convocada a petición del PP y Ciudadanos. Mientras, Carmena estudia la puesta en marcha de un recurso judicial, algo que "está casi cantado", dicen en el Consistorio.

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