Las protestas por el rechazo de una ley de vivienda obligan a parar el pleno

El rechazo de una proposición de ley sobre vivienda promovida por iniciativa legislativa popular ha caído como un jarro de agua fría sobre los representantes de la Federación de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), la Coordinadora de Vivienda de Madrid y la Asociación Libre de Abogados (ALA). La ley, cuya admisión a trámite se ha discutido hoy en el pleno del Parlamento regional, pretendía regular el derecho al "disfrute de una vivienda digna y adecuada" en la Comunidad de Madrid.

Al conocerse el resultado de la votación -65 votos de PP y Ciudadanos en contra y 57 del PSOE y Podemos a favor-, los invitados al pleno de la Asamblea han comenzado a gritar: "vergüenza" o "si se puede, pero no quieren". En la iniciativa se proponía, entre otras cuestiones, que las entidades deben garantizar, con carácter previo a cualquier "desahucio, desalojo y lanzamiento", el ofrecimiento de una garantía habitacional de acuerdo a la renta económica de la unidad familiar.

La presidenta de la Asamblea de Madrid, Paloma Adrados, ha pedido silencio, pero como los gritos arreciaban, ha ordenado su desalojo, que se ha producido de manera ordenada. Los invitados se han arremolinado alrededor del diputado de Ciudadanos, Juan Rubio, que ha defendido la postura de su partido y que ha propuesto que se formara una mesa con estos colectivos para elaborar un texto que no incurra en los errores jurídicos del que se ha presentado. La protesta ha continuado a las puertas de  la Asamblea de Madrid.

Tanto PP como Ciudadanos han excusado su voto negativo en los "indicios de inconstitucionalidad" del texto que habían presentado los ciudadanos con Podemos. El texto, según un informe del Ministerio de Justicia, supone un conflicto de competencias con el estado y con diferentes leyes, han resaltado los diputados de estos grupos.