La otra Marca España
La Orquesta Nacional interpreta el próximo fin de semana 'Pájaro de fuego', de Stravinsky
![Ígor Stravinski, fotografiado en París en 1929.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/OSMSU7N7OURB7LO5GN2XGPB5U4.jpg?auth=7492a3abb1a2cef2359d8d6680060d9c7e7d3bc415f4a3c72cd75b9442e50947&width=414)
Cuando en 1921 Igor Stravinsky visitó Sevilla, la ciudad se encontraba inmersa en una nube de incienso y corneta por la Semana Santa. En la zona de la antigua Puerta de la Carne, el compositor vio venir el palio de la Hermandad de San Bernardo al ritmo de la música. Maravillado, dicen que el ruso soltó sobre la marcha que sonaba: "Feliciten al autor, porque estoy escuchando lo que veo y estoy viendo lo que escucho". La evocación a través de la música es algo fundamental en Stravinsky, la creación de imágenes a través del sonido, la sinestesia luminosa y desbordante. Es lo que nos sucede al enfrentarnos a su Pájaro de fuego, que en forma de suite podremos escuchar de la mano de la Orquesta Nacional de España en el Auditorio Nacional el próximo fin de semana.
La delicadeza, paleta de colores efímeros y fortaleza de esta suite es arrolladora, al igual que es profundamente interesante el Concierto para violín en Re Mayor que ocupará el plato principal de la velada. La violinista noruega Vilde Frang será la encargada de llevar las riendas del papel solista, dicen que sacando de su Stradivarius un sonido que parece una bella voz humana.
Para completar el programa, tendremos la doble cara de la visión de la España más romántica y exótica que concibieron dos compositores franceses. La España de Claude Debussy en su Ibéria es la de los matices que son casi pinceladas impresionistas sobre los variados paisajes de la tierra vistos desde el país vecino. Por otro lado, tendremos también la puerta luminosa a nuestro país que se abre desde la Rapsodie Espagnole de Maurice Ravel, que intercala esos sonidos de la noche clara con el folclore derramado en pequeñas dosis por la obra.