El arte de bailar sobre el alambre

“Sin haber hablado con mi banda, sé que para todos está siendo un concierto especial, que sentimos que algo cambia y que no sabemos lo que pasará”, soltó Funambulista, o lo que es lo mismo, Diego Cantero, en mitad del concierto que ofreció este domingo dentro del ciclo Los Matinales de EL PAÍS. El artista se divirtió durante más de dos horas en un abarrotado Teatro Barceló donde realizó un extenso repaso de su biografía musical. Desde algunas de las canciones que comenzó tocando en garitos y que ha recuperado para hacer un último disco de duetos, hasta los temas que le han dado a conocer al gran público.

Diego Cantero comenzó su carrera como cantautor en su pueblo natal Molina de Segura (Murcia) y desarrolló allí gran parte de su carrera, hasta que hace cinco años alquiló una casa en Madrid junto con el teclista de su grupo, Alejandro Martínez. Como un artista circense que se mueve en el alambre, Diego Cantero eligió el nombre de Funambulista para reinventar su carrera en ese momento. “Seré funambulista, mañana el preso que escapó y el que perdió de vista al desdichado cantautor”, reza la canción de título homónimo con la que puso melodía a aquel cambio.

El espectáculo de este domingo se columpió entre la potencia sonora de canciones como Volver a empezar, un tema dedicado a una ruptura, o Maldita mi suerte, hasta los más íntimos encarnados en Demasiado buena, una composición que homenajea a “todos aquellos que se han tenido que ir de su casa en busca de un futuro mejor”, o Eres aire. Tanto se iba emocionando el músico conforme avanzaba la mañana que reconoció que se había saltado el orden de las canciones previstas para añadir alguna otra que había querido tocar a última hora.

Demostró su versatilidad como compositor al hacer un guiño a los más pequeños en la sala con la canción Hecho con tus sueños, que compuso hace algunos años para una conocida marca de turrones. También interpretó Me inventaré, que escribió mano a mano con Dani Martín poco después del atentado terrorista en la sala Bataclan de París. El momento más emocionante llegó con la interpretación a voz y piano de Solo luz, un tema que relata el vacío tras acabar una relación y con el que Funambulista bajo del escenario para cantar junto a los asistentes.

Dedicó el concierto en primer lugar a los niños, a los que por cuestiones horarias no puede ver normalmente entre los asistentes a sus espectáculos. En segundo lugar, agradeció al público el apoyo y el hacer posible “cumplir el sueño de vivir de hacer canciones”. Por último, dirigió unas palabras a su banda, de la que la mayor parte de sus componentes le acompaña desde sus comienzos en Murcia. El propio artista hizo un resumen de su carrera hasta llegar al punto en el que se encuentra: “A los 15 empecé en el mundo de la música, hace 12 nos movíamos por salas y bares para tocar y hace cinco, cuando vine a Madrid, comenzasteis a venir a vernos todos vosotros”.

Funambulista tiene ya bastante avanzada la composición de su próximo trabajo, del que hace unos días aseguraba que sorprendería y que era diferente a lo que se había escuchado. El concierto de este domingo sonó a satisfacción por el camino recorrido. El punto final al espectáculo fue un dueto entre la banda y el público a capella con la canción Quiero que vuelvas.