_
_
_
_
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Emoción en la distancia

Diana Krall inauguró con todos los honores la 49 edición del Festival de Jazz de Barcelona

Diana Krall en su concierto del festival de jazz de Barcelona.
Diana Krall en su concierto del festival de jazz de Barcelona.Lorenzo Duaso

En la noche del martes una espléndida Diana Krall inauguró con todos los honores la 49 edición del Festival de Jazz de Barcelona. El auditorio del Fòrum, un local tan poco adecuado para este tipo de música (escenario demasiado grande, platea excesivamente ancha) no llegó a llenarse, pero el calor y la entrega de un público de mediana edad, bastante arreglado para la ocasión, compensó con creces los asientos vacíos.

Un magnífico alzamiento de telón para un certamen que se alargará hasta finales de diciembre con más de 120 conciertos. Un cartel abultado en el que resulta imprescindible leer la letra pequeña, donde suelen esconderse las verdaderas perlas. Más allá de los conciertos de campanillas (Chick Corea, Tomatito, Lila Downs, El Cigala, Barbara Hendricks) este mismo viernes, el Conservatorio del Liceo acogerá a una las grandes realidades de la trompeta actual Ambrose Akinmusire. Otras presencias de alto voltaje (Miguel Zenón, Chris Potter, Bad Plus, Human Feel, Julia Holter o Trombone Shorty) recomiendan bucear un poco en la programación.

Diana Krall

Festival de jazz de Barcelona
Diana Krall
Auditorio del Fòrum, 17 de octubre.

En la inauguración del festival Diana Krall ofreció un concierto sin fisuras, perfectamente equilibrado en su parcela vocal e instrumental pero sin llegar a levantar los ánimos del personal. En un escenario tan grande el distanciamiento habitual de la cantante/pianista se hace aún mayor y es difícil conseguir esa complicidad que se produciría en un pequeño teatro o mejor en un club. ¡En un club hasta su falta de carisma sería imparable! Lástima, pero en las alturas de rock star (es decir en los precios nada jazzísticos) en los que ahora se mueve la diva canadiense esto resulta impensable.

Salvando la insalvable distancia del escenario Diana Krall hasta se mostró tierna por momentos, pareció incluso emocionarse y emocionó, eso sí, a casi todos los presentes con esa revisión tan profunda como inocua de un puñado de estándares estadounidenses y de otro puñado de temas recientes que, en sus manos y cuerdas vocales, ya suenan como si lo fueran. Gershwin, Porter, Berlin se codearon con total naturalidad con Tom Waits, Bob Dylan o Joni Mitchell. El exuberante tema de Waits, Temptation, fue lo mejor de la noche y también lo mejor recibido por el público (indicador indiscutible de que su público no anda anclado en el pasado).

Como suele ser habitual Krall dejó mucho espacio para que sus músicos se expresaran. Y ni el guitarrista Anthony Wilson (en la banda desde 2001) ni el violinista Stuart Duncan desaprovecharon la ocasión redondeando así el trabajo de la cantante.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_