De Senegal a Cuba a través de las cocinas de Lavapiés

“La bebida nacional de Senegal, de donde es mi marido, se llama bissap y está hecha con flor de hibisco; la de Sevilla, de donde vengo, es el gazpacho. Así que hemos creado un plato que fusiona las dos bebidas y los dos países”. Así explica la sevillana Reyes Gómez, de 48 años, la tapa que ha elaborado junto con su marido Yerim Mbobji, de 49: flor de Senegal.

“Es un gazpacho pero con un toque más ácido, más fresquito. Lleva ingredientes más clásicos como tomate, pepino, aceite y vinagre, pero además le añadimos el zumo de la flor de Jamaica, hierbabuena y unas pasas para acompañar”, añade Gómez. Su propuesta de gazpacho senegalés podrá probarse en el bar Ven Ven Ven (Argumosa, 15) durante Tapapiés, una cita que celebra su séptima edición desde el próximo jueves hasta el 29 de octubre. Este año participan 122 bares, restaurantes y locales —de los mercados de San Fernando y Antón Martín— con otros tantos pequeños bocados que ejemplifican a la perfección la fusión de un barrio que combina con naturalidad las múltiples nacionalidades de sus vecinos.

Es el caso de Chakir Si Mohammed, un marroquí de 35 años al frente de la cocina del restaurante One Love (Buenavista, 14). Su idea para el festival gastronómico es una berenjena saharaui. “Crecí en un pueblo del sur de Marruecos llamado Tata. Allí, mi abuela solía prepararnos berenjenas, es un plato que me encanta. Para la tapa de este año, he utilizado la receta tradicional, pero añadiendo calabacín asado y un toque de balsámico y sésamo”, señala.

Además de estas recetas, se proponen tapas basadas en las cocinas de Palestina, Cuba, Taiwán, México, Ecuador, Japón y Perú, entre otros muchos países. Otras se atreven con mezclas imposibles, como el mojito secreto de La ronronera (San Carlos, 7), que hermana Grecia y Cuba: un pincho de carne de cerdo bañado en tzatziki de yogur griego y pepino. NuBel (Argumosa, 43) combina México y República Dominicana con la arepa rellena, que consiste en una yuca con chili con carne y mole poblano.

Cada tapa se ofrece al precio de 1,5 euros, o 2,5 euros con cerveza. Además de la gastronomía, durante estos 11 días las calles del barrio acogen 67 conciertos gratuitos de 40 bandas de rock, swing, jazz, flamenco y hip hop.