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A juicio por provocar un aborto a la empleada de una panadería que no le sirvió un bocadillo

El fiscal pide ocho años de prisión al presunto agresor con la agravante de actuar por motivos racistas

El tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia de A Coruña juzgará este martes a un vecino de Corcubión por darle una paliza a la empleada de una panadería que estaba embarazada y como consecuencia de los golpes perdió el hijo que esperaba. La agresión tuvo lugar de madrugada del 9 de noviembre de 2014, cuando la mujer, de nacionalidad argentina, se negó a servirle un bocadillo porque el establecimiento todavía estaba cerrado. El ministerio público solicita ocho años de prisión para el acusado con la agravante de actuar por motivos racistas.

La fiscalía sostiene en su escrito de acusación que el procesado, V.L.S., propinó una brutal paliza a la víctima cuando esta le explicó que no podía atenderle. Los graves golpes provocaron que la mujer, que estaba embarazada de cinco meses, perdiese a su hijo unas semanas después de permanecer ingresada en un hospital.

El su relato de calificación provisional, el fiscal expone que el hombre “se acercó al establecimiento exigiendo a gritos que le abrieran la puerta para comprar un bocadillo. Ante el ruido que generaba y el revuelo que causó entre el vecindario, la mujer, que trabajaba en aquel momento dentro del local, le dijo que todavía no habían abierto al público y que tenía que esperar para poder venderle lo que pedía”.

Tras discutir unos minutos con el cliente “al que le rogó que depusiera su actitud violenta y provocadora, la empleada resultó agredida brutalmente por el acusado con intención evidente de causarle un menoscabo físico, consciente de su estado de gestación que era visible a simple vista a todas luces”, explica el fiscal.

Y añade que entonces la golpeó, empujó, zarandeó e incluso tiró contra un muro a la vez que profería contra ella gritos e insultos tales como “te voy a hacer parir sudaca de mierda” o “te vas de vuelta a tu país en una caja”, además de otras referencias expresas a la procedencia argentina de la agredida que la acusación considera que tienen un contenido racista.

Tras la agresión, la mujer sufrió el desprendimiento de la placenta y otras complicaciones que requirieron su hospitalización durante casi tres semanas lo cual no pudo evitar que derivase en el parto de feto muerto. La víctima, que padeció también politraumatismo facial y un traumatismo craneoencefálico de carácter leve, presentaba un estrés postraumático y otras complicaciones psicológicas derivadas de la brutalidad empleada por el acusado, según sostiene la fiscalía en base a los informes forenses.

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Además de la pena de prisión para el acusado, el fiscal solicita que este indemnice a la víctima con 10.400 euros en concepto de responsabilidad civil. El ministerio público estipula en su informe de calificación provisional el desglose de las cantidades que se deberían establecer en la sentencia.

Así fija en 5.000 euros la cantidad que ha considerado que se debe indemnizar con la pérdida del feto, otros 300 euros por las otras lesiones físicas que sufrió la víctima, mientras los 2.000 euros restantes se solicitan por el daño moral causado por el presunto agresor.

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